El Palladium Can Misses se convirtió en un auténtico carnaval de emociones durante el enfrentamiento entre la UD Ibiza y el Yeclano Deportivo. No solo fue una noche histórica por la séptima victoria consecutiva del equipo celeste, sino también por el espectáculo que se vivió en las gradas, donde la afición respondió con una energía inigualable. Entre cánticos, banderas y disfraces, los seguidores del equipo hicieron de esta jornada una auténtica fiesta del fútbol.
Desde las primeras horas de la tarde, los alrededores del estadio se llenaron de hinchas entusiasmados que auguraban una gran noche. Dentro del recinto, la pasión se desbordó con un colorido inusual: un seguidor ataviado con una camiseta celeste, peluca a juego y la cara completamente pintada del mismo tono se convirtió en una de las imágenes más icónicas de la jornada. No fue el único en destacar, pues entre la multitud también apareció un inquietante payaso asesino que, lejos de generar miedo, se convirtió en el alma de la grada con su incansable aliento al equipo.
La UD Ibiza, con una racha terrorífica de siete victorias seguidas, desató la euforia en cada rincón del estadio. El gol de José Albert y la posterior diana de Gallar encendieron aún más a una afición que coreó cada jugada con la certeza de estar viviendo algo histórico. Con el pitido final, la celebración se desató en las gradas, con abrazos, cánticos y banderas ondeando en honor a un equipo que tiene marchamo de ascenso.
