El Municipal de Sant Antoni será este miércoles el escenario de un choque vibrante entre dos de los equipos más en forma de la Tercera RFEF. El Portmany y el Formentera, vecinos en el mapa pitiuso, miden fuerzas en un derbi aplazado por la DANA que promete emoción, lucha y espectáculo desde el primer minuto. Ambos conjuntos llegan con dinámicas envidiables, pero con objetivos claros: cerrar el año con tres puntos vitales que podrían cambiar el rumbo de sus temporadas.
El equipo local, bajo la dirección de Vicente Román, vive su mejor momento del curso. Una racha de seis partidos sin conocer la derrota, con cuatro victorias y dos empates, ha convertido al Portmany en un hueso duro de roer. Este pasado fin de semana, los de Sant Antoni reforzaron su confianza con una victoria sólida por 2-0 ante el Migjorn, un resultado que no solo les dio tres puntos más, sino que también consolidó la fortaleza del equipo en su propio feudo.
El arma más peligrosa del Portmany es, sin duda, Colo. El delantero atraviesa un momento de ensueño, habiendo perforado las redes rivales en siete ocasiones en los últimos seis partidos. Su capacidad para definir en el área y liderar el ataque ha sido clave para el resurgimiento del equipo. Si Colo está inspirado, el Portmany puede soñar con prolongar su buena racha.
Con 21 puntos en la tabla, los locales se encuentran en una posición cómoda, pero no exenta de ambición. Una victoria ante el Formentera podría catapultarlos hacia un final de año en la zona noble de la clasificación, un objetivo que el cuerpo técnico y la directiva consideran crucial para mantener la moral alta de cara al próximo tramo de la temporada.
El equipo dirigido por Maikel Romero también tiene mucho en juego. Con una racha invicta de seis encuentros, los rojinegros han demostrado una solidez admirable tanto en casa como fuera de ella. Sin embargo, los empates han sido protagonistas en sus últimos partidos, como el 2-2 del pasado fin de semana ante el Mercadal, un resultado que dejó un sabor agridulce en el vestuario.
El Formentera, sexto en la clasificación y acechando los puestos de playoff, sabe que una victoria en Sant Antoni no solo les permitiría cerrar el año con fuerza, sino que también enviaría un mensaje claro al resto de competidores. Con una plantilla equilibrada y un estilo de juego basado en el control y la disciplina táctica, los rojinegros buscarán imponerse en un estadio que promete estar a reventar.
Un ambiente de gala
La afición del Portmany, pieza clave en el resurgir del equipo, está llamada a jugar su propio partido desde las gradas. La directiva ha instado a los seguidores a acudir en masa para arropar a los suyos en este último encuentro en casa de 2024. Por su parte, el Formentera contará con un nutrido grupo de hinchas que cruzará Es Freus para alentar a los suyos, asegurando así un ambiente de derbi auténtico.
Ambos equipos se enfrentan con la ambición y la garra como bandera, conscientes de que un derbi pitiuso no es solo un partido; es un escaparate de orgullo, rivalidad y pasión. Los ojos del fútbol balear estarán puestos en Sant Antoni este miércoles a las 17:30 horas, en lo que promete ser una tarde inolvidable para los amantes del deporte rey.
¿Quién se llevará el gato al agua? El césped hablará, y los protagonistas no dejarán indiferente a nadie.