El Formentera continúa demostrando que es un equipo que nunca se rinde. En una tarde de tensión y emoción en tierras menorquinas, los rojinegros lograron arrancar un punto valioso frente al Mercadal, gracias a un gol agónico de Nahuel Losada en el minuto 85. Un empate que refuerza su carácter competitivo y les mantiene firmes en la pelea por los puestos de playoff, aunque sin alcanzar la racha soñada de tres victorias consecutivas.
El encuentro no comenzó con buen pie para el equipo de Maikel Romero. Apenas habían pasado seis minutos cuando Javi Hernández, del Mercadal, abrió el marcador, desatando la euforia local. La presión inicial de los menorquines encontró recompensa pronto, complicando las aspiraciones de un Formentera que buscaba consolidarse en los puestos altos de la tabla.
Pero si algo caracteriza al conjunto pitiuso es su capacidad de reacción. En el minuto 16, Javi López igualó las acciones con un remate que celebró con rabia, señal de un equipo decidido a no ceder terreno. El empate llegó en un momento crucial, devolviendo el equilibrio al duelo y dejando claro que el Formentera no había viajado para ser un simple espectador.
Con el marcador igualado, ambos equipos salieron del vestuario dispuestos a imponer su ley en la segunda mitad. Fue el Mercadal quien volvió a adelantarse. En el minuto 57, Xavier Fedelich aprovechó una desatención defensiva para poner el 2-1, un jarro de agua fría para los visitantes, que veían cómo el esfuerzo por mantener el control del partido se venía abajo.
A pesar del golpe, el Formentera mostró una resiliencia encomiable. El equipo rojinegro, lejos de desmoronarse, redobló esfuerzos y ajustó su planteamiento para buscar un empate que se resistía.
Nahuel Losada, el héroe inesperado
El partido parecía inclinarse a favor del Mercadal hasta que, en el minuto 85, apareció Nahuel Losada para cambiar el guion. El defensa argentino, en un alarde de oportunismo, cazó un balón para enviarlo al fondo de la red y silenciar a la afición local. Un gol que supo a gloria para el Formentera, que demostró una vez más que es un equipo que lucha hasta el último aliento.
Con este empate, el Formentera se mantiene en la sexta posición de la tabla con 23 puntos, a un paso de los ansiados puestos de playoff. Aunque no lograron encadenar su tercera victoria consecutiva, el equipo de Maikel Romero dejó claro que tiene el carácter necesario para afrontar los desafíos que vienen.
El próximo reto será despedir el año con una victoria en casa, frente al siempre competitivo Collerense. Una oportunidad para seguir construyendo su camino hacia la cima y consolidar una identidad que combina esfuerzo, talento y corazón. El Formentera sigue soñando, y con actuaciones como la de Mercadal, nadie puede dudar de que este equipo tiene argumentos para dar la campanada en esta temporada.