El Class Bàsquet Sant Antoni ofreció una demostración de resiliencia este sábado al imponerse al Maderas Sorlí Benicarló por 92-86 en un duelo lleno de emociones en el Pabellón de Sa Pedrera. La racha de cinco derrotas consecutivas pesaba como una losa sobre los hombros del equipo de Portmany, pero los isleños decidieron convertir la presión en gasolina para encender un triunfo que podría marcar el punto de inflexión de su temporada.
El encuentro comenzó con un Sant Antoni decidido a tomar el control. Los triples de Greg Gantt y Javi Rodríguez marcaron el camino en el primer cuarto, llevando a los locales a un prometedor 25-14. La explosividad de Peris, que sacó a relucir su mejor versión tras un inicio de curso irregular, consolidó un arranque esperanzador para los pitiusos.
Sin embargo, el Benicarló, liderado por un impresionante Libroia, no iba a rendirse sin dar pelea. En el segundo cuarto, los levantinos ajustaron su defensa y aprovecharon los fallos en los tiros libres de los locales para acortar distancias. Aunque el Sant Antoni recuperó algo de oxígeno gracias a un triple clave de De la Rúa, el marcador reflejaba un 45-42 al descanso, dejando todo abierto para la segunda mitad.
El tercer cuarto fue un intercambio constante de golpes. El Benicarló llegó a ponerse por delante, pero el Sant Antoni respondió con carácter. La irrupción de Bouzán desde el banquillo fue determinante, aportando intensidad y puntos en momentos críticos para devolver la delantera a los locales al cierre del periodo (65-64).
El cuarto final fue una montaña rusa de emociones. Cada posesión se convirtió en un duelo de nervios, y los aficionados en Sa Pedrera se hicieron sentir como un jugador más. Un triple crucial de Bouzán devolvió la igualdad al marcador, mientras que las acciones de Zidek y De la Rúa inclinaron la balanza a favor del equipo de David Barrio. La fortaleza mental del Class quedó patente en los instantes finales, gestionando con madurez las últimas jugadas y aprovechando errores del rival para cerrar el partido con un 92-86 definitivo.
Esta victoria es más que un simple resultado para el Class Sant Antoni; es una declaración de intenciones. Con la confianza restaurada y el apoyo inquebrantable de su afición, el equipo de Portmany buscará continuar su escalada este miércoles en su visita al Ibersol Tarragona. El camino es largo, pero el barco ibicenco parece haber encontrado de nuevo su rumbo.
