En el Boulevard Abel Matutes, el restaurante Comma ha conseguido lo que muchos anhelan: convertirse en un punto de referencia para los amantes de la buena mesa en Ibiza. Con una propuesta culinaria que combina tradición y creatividad, este acogedor local ha logrado conquistar tanto a locales como a turistas. Su secreto, según quienes lo visitan, no es solo la calidad de su cocina, sino también la calidez de su servicio y la cuidada atmósfera que lo envuelve.
El Comma, además de un restaurante, es una experiencia gastronómica que se renueva semana a semana. Su menú, aclamado por su variedad y equilibrio, ofrece más de cinco opciones de primeros y segundos platos por un precio más que razonable: 16,90 euros el menú completo o 13,90 euros el medio menú. La bebida, eso sí, corre por cuenta del cliente, aunque el postre o el café están incluidos.
Esta semana, por ejemplo, los comensales pueden comenzar con macarrones a la carbonara, una quesadilla de pollo con jalapeños y crema agria, o decantarse por opciones más ligeras como la ensalada payesa o las judías verdes salteadas con jamón y huevo poché. Los segundos platos no se quedan atrás: desde unas suculentas albóndigas al curry rojo con arroz basmati hasta el churrasco de cerdo a baja temperatura con salsa de la abuela, cada bocado promete sabor y satisfacción.
“El menú es como un regalo semanal. Nos encanta proponer recetas que sorprendan, pero que también conecten con el paladar de toda la vida,” comenta el jefe de cocina, José Manuel, con una sonrisa humilde. “Buscamos que la gente coma bien y que quiera volver.”
Un ambiente que abraza
Entrar al Comma es como recibir un abrazo cálido. Su interior, decorado con gusto y sencillez, invita a relajarse. Los tonos suaves, las luces cálidas y un mobiliario cómodo crean un espacio donde el tiempo parece detenerse. En los meses más fríos, su amplia terraza cubierta se convierte en el refugio ideal para disfrutar de una comida tranquila.
“El ambiente aquí es súper acogedor. Siempre te atienden con una sonrisa y sientes que estás en casa,” asegura Marta, una clienta habitual. “Es mi lugar favorito para almorzar entre semana.”
El jefe de sala, Fran, se asegura de que cada detalle esté en su sitio. “Nuestro objetivo es que la gente se sienta a gusto, que disfrute no solo de la comida, sino del momento,” explica mientras atiende a una pareja en la terraza.
Sugerencias del chef: un capricho que vale la pena
Para quienes buscan algo fuera del menú, el Comma también ofrece opciones exclusivas que hacen de la visita una experiencia aún más especial. Por un suplemento de 11 euros, los comensales pueden disfrutar de un arroz con bogavante que muchos califican como “insuperable” o de un solomillo de buey que se deshace en el paladar.
“Siempre digo que nuestros platos especiales son como pequeñas celebraciones,” afirma José Manuel. “No necesitas una excusa para disfrutar de algo único.”
Un lugar que deja huella
En el Comma, la excelencia no está solo en los platos, sino también en los pequeños detalles. Desde el trato cercano y atento de Fran y su equipo, hasta la dedicación de José Manuel en la cocina, todo está pensado para que los clientes vivan una experiencia inolvidable. Y lo mejor de todo: los precios hacen que disfrutar de este local sea accesible para todos.
Si buscas un lugar donde la comida, el ambiente y el servicio se encuentren en perfecta armonía, no busques más. El Comma alimenta el cuerpo y también el alma. Y en una isla tan mágica como Ibiza, eso es lo que realmente importa.
