En el fútbol ibicenco, dos nombres resplandecen con la fuerza del legado: Feliciano Casanova y Antonio Ferrer. Este sábado, el estadio municipal Can Misses se convirtió en el epicentro de un emotivo homenaje a estas dos figuras emblemáticas, cuyos nombres ya forman parte del paisaje eterno del deporte local al ser grabados en las puertas 3 y 5 del recinto.
El evento, organizado por el Ayuntamiento de Eivissa, fue más que un tributo; fue un recordatorio del impacto que tienen los valores del deporte en la sociedad. Bajo la dirección del alcalde Rafael Triguero, la ceremonia puso en valor el sacrificio, la humildad y la perseverancia que definieron la carrera de ambos futbolistas, quienes, con su trayectoria, han inspirado a generaciones de deportistas en la isla.
Feliciano Casanova, nacido en Eivissa, personifica la historia de superación y valentía que caracteriza al fútbol de la isla. Tras forjarse en las filas de la S.D. Eivissa, su camino lo llevó a disputar partidos en la Tercera División y Segunda B antes de dar el salto al fútbol peninsular. Su carrera alcanzó un punto álgido en la temporada 1992-93 cuando, vistiendo los colores del Cádiz C.F., debutó en Primera División. Aquella tarde de octubre en el Sánchez Pizjuán, donde tuvo la tarea titánica de marcar a Diego Armando Maradona, marcó un antes y un después en su carrera.
Por su parte, Antonio Ferrer, oriundo de Dalt Vila, representa la elegancia y el liderazgo en el campo. Tras iniciar su carrera con el Club Hospitalet, se consolidó en la S.D. Eivissa y más tarde brilló en equipos como el Eldense, Levante y Valencia C.F. En el club ché, dejó una huella imborrable, enfrentándose a gigantes como el Real Madrid y el Barcelona. Su estilo de juego sereno y su destreza técnica le valieron no solo el respeto de sus compañeros, sino también la admiración de toda una generación de aficionados.
El acto, que tuvo lugar antes del partido de Primera RFEF entre la UD Ibiza y el Marbella FC, fue una celebración de lo que significa el fútbol para Eivissa. Las palabras del alcalde Triguero resonaron como un himno: “Casanova y Ferrer son un ejemplo vivo de cómo los valores del deporte pueden trascender generaciones”.
El homenaje recordó las hazañas deportivas de estos jugadores y también reafirmó el compromiso del Consistorio con la preservación de la memoria deportiva. Este esfuerzo por enaltecer a los héroes locales se enmarca en una estrategia más amplia que incluye la reciente dedicación de la pista de atletismo a Sánchez y Vivancos y de la puerta 1 a Toni Arabí.
El estadio como museo del legado
Can Misses no es solo un lugar donde se juega al fútbol; es un museo vivo que narra la historia del deporte en Eivissa. Con las puertas 3 y 5 ahora inmortalizando a Casanova y Ferrer, el estadio se convierte en un espacio donde cada rincón respira historia y pasión.
Este reconocimiento, además de un acto simbólico es una invitación a mirar al futuro con orgullo por el pasado. En cada entrenamiento, en cada gol y en cada ovación, el espíritu de estos dos futbolistas seguirá vivo, recordándonos que, en el fútbol, como en la vida, el verdadero éxito se mide en el impacto que dejamos en los demás.
Can Misses ya no será el mismo. Ahora, cada entrada será un portal hacia el legado, hacia la historia, y hacia el orgullo eterno de ser parte del fútbol de Eivissa.