En Ibiza, la Autoescuela del Mar no solo prepara a jóvenes para obtener su carnet de conducir, sino que también los inspira a enfrentarse a la carretera con la mentalidad de un deportista, transmitiéndoles valores de superación, disciplina y constancia. Para muchos de sus estudiantes, esta experiencia se convierte en mucho más que aprender a conducir; es un viaje de desarrollo personal que impacta en todas las áreas de su vida.
Sergio, gerente de Autoescuela del Mar: “Conducir es como el deporte, una combinación de técnica y control mental”
Sergio, gerente de la autoescuela, explica que uno de los pilares fundamentales de su equipo es transmitir el aprendizaje de la conducción con un enfoque similar al de un entrenador. “Conducir es como cualquier deporte: necesitas concentración, disciplina y respeto por las reglas del juego. Enseñamos a los jóvenes a comprender la importancia de estar mentalmente preparados, de igual forma que un deportista se prepara para competir,” dice Sergio.
Para él, cada alumno es como un atleta en formación, con sus propios miedos, retos y motivaciones. “Queremos que se sientan apoyados, que sepan que cada pequeño avance es una victoria. Al igual que en el deporte, el progreso es constante y depende del esfuerzo individual”, añade.
Marilina, la secretaria que motiva y celebra cada éxito: “¡Ellos son nuestros campeones!”
Marilina, la secretaria de Autoescuela del Mar, es la primera en dar ánimos a los alumnos cuando entran y la última en felicitarlos cuando logran su carnet. Con ocho años en la autoescuela, se ha convertido en el pilar emocional del equipo. “Para muchos chicos, venir aquí es un paso hacia la independencia, como ganar un campeonato. Son nuestros campeones, y estamos aquí para celebrar cada pequeña victoria con ellos,” cuenta Marilina, entre sonrisas.
Es habitual que, antes de los exámenes, Marilina anime a los alumnos con su característico estilo motivador. “Siempre les digo que los nervios son normales y que cada uno tiene su ritmo de aprendizaje. Aquí no se trata solo de aprobar, sino de aprender a controlar los nervios, a centrarse y a confiar en uno mismo, como cualquier deportista cuando se enfrenta a una competición,” añade.
Jorge, el profesor que lleva la paciencia y el buen humor al volante
Jorge, uno de los profesores de la autoescuela, tiene una analogía perfecta para cada momento, y sabe cómo aliviar la tensión en las prácticas. “Aprender a conducir es como un partido de fútbol. Al principio puedes tener miedo de no acertar, de perder el control, pero poco a poco vas ganando confianza en ti mismo,” comenta Jorge.
Durante sus clases, suele decir a sus alumnos que cada error es una lección. “A los deportistas les pasa igual: cada fallo les enseña algo nuevo. La diferencia es que aquí el objetivo no es ser el mejor, sino aprender a conducir de forma segura y responsable”, explica.
Historias de superación: Luján y Aarón, dos ejemplos de determinación en la Autoescuela del Mar
Luján, una de las alumnas de la autoescuela, es un ejemplo de superación. A sus 18 años, Luján nació con una discapacidad en la mano izquierda, y aunque muchos pensaron que sería un obstáculo, ella lo ha visto como una oportunidad. “No quería que nada me frenara, y desde el primer día en la autoescuela sentí que tenía un equipo que confiaba en mí,” dice Luján.
Gracias a un coche adaptado y el apoyo constante de Sergio, su profesor, Luján aprobó el carnet de conducir en su primer intento. “Siempre me decía que pensara en grande, que podía lograrlo si creía en mí misma. Me hizo ver que la conducción es como un deporte: cada entrenamiento cuenta,” agrega con una sonrisa de satisfacción.
Aarón, otro joven que recientemente obtuvo su licencia, también comparte su experiencia de superación. “Siempre he sido un poco inseguro, pero aquí he aprendido a confiar en mí mismo. Ahora me doy cuenta de que, como en el deporte, la clave está en no rendirse,” explica Aarón.
Una filosofía de equipo que motiva a los jóvenes a ser mejores en la carretera y en la vida
Autoescuela del Mar ha logrado formar un equipo que va más allá de enseñar a manejar un coche; cada uno de sus miembros contribuye a desarrollar una mentalidad de superación y disciplina en los alumnos. Sergio destaca: “Nuestro objetivo es que cada alumno, cuando obtenga su carnet, sea un conductor seguro y preparado, pero también una persona con mayor confianza en sus capacidades.”
Con esta filosofía deportiva, Autoescuela del Mar atrae a jóvenes que buscan aprender a conducir, pero también desarrollarse a nivel personal. Porque, como bien dice Marilina, “¡ellos son nuestros campeones y nosotros somos su equipo de apoyo!”