El arranque de la temporada para la UD Ibiza en la categoría Cadete Autonómica no pudo haber sido más electrizante. El equipo celeste, con un despliegue de coraje y resistencia, venció al Baleares por un contundente 3-0 en Can Cantó, un marcador que refleja la ambición de este equipo pero no el esfuerzo titánico que supuso mantener la ventaja en un partido lleno de drama, emoción y expulsiones.
El encuentro comenzó con un claro dominio de la UD Ibiza, que rápidamente impuso su estilo de juego bajo la dirección de Matías Osvaldo. Presión alta, líneas compactas y un ataque incisivo fueron las claves del conjunto celeste. A los 15 minutos, ese esfuerzo se tradujo en el primer gol de la tarde, cortesía de Darío, quien capitalizó una jugada colectiva para abrir el marcador y encender los ánimos de la afición local.
Sin embargo, lo que parecía un camino relativamente tranquilo hacia la victoria pronto se complicó. La primera señal de alarma llegó en el minuto 31, cuando Moha, uno de los baluartes en la medular, vio la segunda tarjeta amarilla y fue expulsado. Con uno menos en el campo, la UD Ibiza no bajó los brazos. Todo lo contrario: la adversidad sirvió como catalizador para un equipo que no se deja intimidar.
Al filo del descanso, y con el Baleares tratando de aprovechar la ventaja numérica, un error garrafal del portero visitante fue aprovechado por Adam, que puso el 2-0 en el marcador en el minuto 42. La hinchada explotó de alegría, sabiendo que, pese a las dificultades, su equipo estaba dando un paso firme hacia los tres puntos.
El segundo tiempo arrancó con más emoción. Apenas iniciado, Ángel firmó el tercer gol en el minuto 45, un tanto que casi aseguró la victoria. Pero el partido estaba lejos de ser un trámite para los celestes. Pocos minutos después, Adam también fue expulsado por una doble amonestación, dejando a la UD Ibiza con solo nueve jugadores en el campo durante casi toda la segunda parte.
En ese punto, el choque se convirtió en una verdadera batalla de resistencia. El Baleares, con dos jugadores más, volcó su ataque con todas sus fuerzas, pero se encontró una y otra vez con un muro infranqueable: Omar, el portero celeste. Su actuación fue monumental, frustrando cada intento del conjunto rival con paradas espectaculares y manteniendo el marcador a cero. La frustración del Baleares se hizo evidente en cada acercamiento fallido, y el tiempo corrió en favor de los locales.
Cuando el árbitro pitó el final, la UD Ibiza había asegurado una victoria de oro, no solo por el marcador, sino por el carácter que mostró en el campo. Este triunfo deja claro que, aunque la temporada es larga y llena de retos, el equipo tiene la mentalidad, el talento y la determinación para luchar en lo más alto de la competición.
Por otro lado, la jornada no fue igual de positiva para otros equipos ibicencos. El CD Ibiza sufrió una contundente derrota por 3-0 ante el Penya Arrabal en su visita a Mallorca, mientras que el Portmany tampoco pudo sumar puntos en casa, cayendo con el mismo marcador frente al Palma en Sant Antoni. Ambos equipos tendrán que trabajar duro en las próximas semanas para enderezar el rumbo.
Con este primer partido, la UD Ibiza ha enviado un mensaje claro: su ambición no tiene límites, y están dispuestos a pelear cada minuto, cada balón, y cada punto. Este equipo, con Omar bajo los palos y una plantilla que no se rinde ante las adversidades, promete ser uno de los grandes animadores de la temporada.
