El Portamany no ha podido alargar una jornada más sus buenas sensaciones después de lograr el pasado fin de semana la victoria frente al Alaior en el debut del nuevo entrenador, Paniza. El conjunto sanantoniense ha caído en el difícil terreno de juego de La Salle, tercer clasificado del campeonato autonómico, por 3-0, pero lo ha hecho con orgullo después de dar la cara en todo momento.
El plantel rojillo, no obstante, seguirá trabajando mucho y bien para sacar adelante el proyecto deportivo y lograr el objetivo marcado a principios de temporada, que no es otro que sellar la permanencia en Liga Nacional.
La derrota deja al equipo penúltimo clasificado con 7 puntos, a nueve de los puestos de salvación, pero en el seno del Portmany nadie piensa en otra cosa que no sea salir a flote. Y el próximo fin de semana se presenta una nueva oportunidad para sumar tres puntos, aunque el adversario que visita la isla no sea de los más asequibles. Ante el Mallorca B, los de Paniza tratarán de demostrar su hambre de victoria antes de irse de vacaciones por Navidad.