La presión no puede con el Formentera, que le ha endosado este mediodía una manita al Playas de Calvià en el último partido del equipo delante de su afición esta temporada. Los de Iván Gómez, cuartos con 82 puntos (están a dos del CD Ibiza, quinto), siguen dependiendo de sí mismos para clasificarse para el playoff a falta de un encuentro para que finalice el campeonato. Un triunfo la semana que viene en el campo del Felanitx dará a los rojinegros el billete para participar en la liguilla de ascenso, en la que tratará de volver a Segunda B, categoría que perdió la pasada campaña.
La afición del Formentera ha llenado el pequeño estadio para arropar a sus guerreros en un choque de máxima exigencia y que también ha servido para despedir como futbolista en activo al capitán Michael, que con 35 años y después de siete campañas defendiendo el escudo rojinegro ha decidido colgar las botas. La parroquia del Municipal de Sant Francesc Xavier, entre aplausos y alguna lágrima, ha dicho adiós al ibicenco, a quien se le ha brindado un bonito homenaje este domingo. El centrocampista, incluso, ha podido disfrutar de sus últimos minutos como jugador del plantel de Iván Gómez al sustituir a Garmendia en el 72 con el partido resuelto.
La escuadra formenterense, sabedora de lo mucho que se jugaba ante el Playas de Calvià, saltó al verde como un elefante en una cacharrería, con el punto de mira puesto en el marco rival y dejó sentenciado el choque en un abrir y cerrar de ojos gracias al acierto rematador de Moha, que desató la locura en la grada. El delantero abrió la lata en el 30 y en el 34 dejó tocado al equipo mallorquín con el segundo gol. Pero el grupo de Iván Gómez quería más y tres minutos después fue Garmendia el que hizo temblar los cimientos del campo con un tercer chicharro que acabó por matar a su rival.
La voracidad en ataque del Formentera no cesó en la segunda parte. Los rojinegros se gustaban y gustaban y que llegara el cuarto tanto era cuestión de tiempo porque el Playas de Calvià era incapaz de frenar el fútbol letal del conjunto pitiuso. Así las cosas, en el 64, Omar estableció el 4-0 para alegría de los hinchas locales, que no pararon de aplaudir cuando, en el 72, su gran capitán, Michael, ingresó en el campo para disfrutar de sus últimos minutos como futbolista. Ovación de gala para el de San Antonio, leyenda viva del club que preside Xicu Ferrer. Y en plena fiesta llegó el quinto de la tarde con la firma de Bonilla, que en el 81 puso la guinda a una victoria que deja muy cerquita la promoción de ascenso.