Como en las películas de sobremesa que nos suelen brindar Antena 3 o Tele 5 a eso de las 15: 30 horas, esas tvmovies de (dudosa) intriga, con actuaciones justitas y dirección de piloto automático, así resultó un día más el partido del Ibiza cuando abandona la zona de confort que le brinda Can Misses. Eso sí, esta vez, al menos, la historia tuvo un final algo feliz, gracias, sobre todo, a lo que aconteció en otros estadios a la misma hora. Los tropiezos de casi todos los rivales por las primeras plazas hizo que el punto logrado en Huelva casi supiera a gloria. El play-off sigue lejos, pero posible.

Hasta cuatro de las incorporaciones en el mercado de invierno jugaron de inicio. Las caras nuevas, poco a poco, ganan peso en los planes de Palop, que, pasito a pasito, le va cambiando la cara al equipo. Chavero volvió a quedarse de inicio en el banquillo, quedando así claro que su suplencia del pasado domingo no había sido una simple rotación. También quedó sentado al lado del técnico Javi Serra, hasta ahora titularísimo, dando entrada el míster en su lugar a un Omar Perdomo bullicioso que había mostrado algunos detalles en el partido contra el Murcia. Por la banda izquierda, la apuesta volvió a ser la conexión exmallorquinista Bonilla – Ferrán Giner, que no podemos decir que tuviera el día en cuanto a aportación ofensiva.

De hecho, la UD volvió a mostrar la espesura, que empieza a ser habitual, en ataque cuando el equipo actúa como visitante. En los últimos duelos lejos de la isla, incluyendo la victoria en el feudo del Atlético Sanluqueño, el equipo se muestra muy entero en tareas defensivas, sin conceder prácticamente ocasiones al rival, pero le cuesta horrores crear peligro cuando alcanza la zona de tres cuartos. El doble pivote Iosu – Miguel Núñez podría ser la clave de todo, de lo bueno y de lo no tan bueno; de la firmeza defensiva y de la falta de llegada. La doble pieza por delante de la defensa supone un cerrojo casi infranqueable para los rivales, pero también, al ser dos futbolistas eminentemente defensivos, ralentiza la circulación del balón en la medular y hace que el equipo aparente algo de falta de vigor ofensivo. El plantel se parte algo y pisa área rival poco y con poca gente. En la pizarra de Palop está corregir esto. Si lo consigue, habrá dado un paso de gigante.

Y es que el conjunto celeste ha alcanzado ya madurez para competir contra cualquiera. Lejos queda la lamentable imagen de Cartagena, cuando fue y se sintió muy inferior. La historia ahora es diferente. En siete días, se ha impuesto al Murcia y ha empatado en el Colombino. Son muchas temporadas en Primera entre los dos rivales y ninguno ha podido doblegar a un Ibiza que está empeñado en mantener la ilusión de su afición viva.

Mención aparte merece un Gonzalo imperial. El central burgalés se erigió en el mejor de los suyos sobre el verde y abortó todos los ataques que merodearon su territorio. Con Albizua forma una pareja de baile de kilates, quizá la mejor noticia del bloque unionista en el duelo contra los onubenses.

En ataque, ni Rodado, ni Giner, ni Perdomo, ni Cirio tuvieron su mejor día. El mallorquín tuvo su tradicional sesión de brega contra la zaga andaluza, pero no gozó de una sola opción de remate. Giner tuvo más voluntad que clarividencia. Perdomo fue de más a menos y rara vez sus intentos tuvieron final alegre. Cirio se desesperó cayendo a un lado y a otro, bajando a recibir, pero no conectó una sola acción realmente peligrosa. Tampoco Jordi Sánchez pudo dar continuidad a su acierto goleador el rato que estuvo en el verde, aunque su presencia generó algo más de inquietud entre la defensa onubense.

Cierto es que la UD también tuvo esa pizca de suerte que hay que tener. Porque aún ahora, en frío, es difícil comprender cómo Ródenas envió fuera la ocasión más clara del encuentro, allá por el minuto 21. Ahí tuvo el partido el Recre. En el segundo tiempo, tan sólo algunas dudas de Lucas por alto inquietaron algo a los celestes (hoy rojos). El partido agonizó hasta el pitido final, que pareció satisfacer más a los de Palop que a un Recre que vio volar dos puntos y, de propina, el average particular contra los ibicencos.

El play-off, la Itaca particular del Ibiza, queda a 6 puntos, con una jornada menos por delante. Los tropiezos de Cartagena, Melilla, San Fernando y Linense endulzaron el día y el objetivo sigue pareciendo realista. El domingo que viene, aún no se sabe a qué hora, tocará volver a viajar, en este caso a El Ejido. Esperemos que allí , precisamente el día que se otorgarán los premios Óscar en Los Ángeles, el telefilm tome aires de superproducción y la UD se agencie alguna estatuilla. Foto: Manu López (albiazules.es) para Fútbol Pitiuso

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