Corren malos tiempos en el Formentera. El equipo de Tito García Sanjuán atraviesa un bache de resultados que, de momento, le está impidiendo puntuar en 2018. Este mediodía ha perdido en casa frente al Atlético Saguntino y certifica su tercera derrota seguida, una dinámica que le deja tan sólo a 6 puntos de los puestos de descenso. Los rojinegros, además, han perdido frescura en ataque y en estos tres partidos no han conseguido marcar ningún gol. Cuidadín, cuidadín.
noudiari.es Al Formentera le ha abandonado el ángel. Al menos, momentáneamente. Los jugadores de Tito García Sanjuán han vuelto a perder este mediodía y acumulan cinco derrotas (tres en Liga, dos en Copa) en lo que va de año.
Nada le está saliendo bien en 2018 a los rojinegros y el consuelo es que con el calendario en la mano aún queda mucha tela que cortar. Hoy, el Atlético Saguntino, un rival que tiene un graduado con matrícula de honor en oficio futbolístico, ha escarbado en los puntos débiles del Formentera. Un gol de Gallego, en la segunda jugada que ha producido un córner, le ha valido para volver a casa con los tres puntos.
Poco más ha hecho el bloque levantino para hacerse merecedor del triunfo si nos atenemos a lo que han producido con la pelota en los pies. Sin ella, los locales no les han tosido. El Saguntino ha estado correoso en defensa, marrullero en las acciones calientes y, sobre todo, listo, muy listo, para perder tiempo en los momentos clave. Sin ritmo ni demasiadas ideas, no ha habido manera para los formenterenses de equilibrar el marcador.
Primero, porque la suerte no ha estado del lado local. El Formentera, que empezó tocando bien la pelota y tratando de mandar, no acertó en la primera que tuvo. Bruno se quedó con las ganas de estrenarse como goleador en Liga y su equipo pagó el indulto con el 0-1, que llegó poco después.
Sin ideas
Tras recibir el gol de Gallego, los pitiusos se fueron diluyendo hasta quedarse en una imagen borrosa del equipo que terminó la primera vuelta con 25 puntos. Los mismos que siguen figurando en su casillero. La culpa la tiene (además de las marchas de Liñán y Álvaro, que han perturbado los ánimos de la entidad, la del primero, por su importancia dentro del campo, y la del segundo, por la forma polémica de fichar, como Liñán, por la UD Ibiza) la falta de gol.
En 22 partidos el Formentera ha hecho solamente 16 dianas, todas menos tres a pelota parada. Contra el Saguntino, ni siquiera a la estrategia se pudieron agarrar los de García Sanjuán. Porque al Formentera le puede faltar fútbol, pero nunca pundonor.
Por eso casi siempre encuentra un barril de petróleo en los córners o faltas laterales. Como, por ejemplo, cuando remontó al Badalona o empató al Olot también ante su público. Después de un posible penalti a Agus y de un palo de los valencianos, los rojinegros se volcaron, a la desesperada, al ataque.
Tres arietes
Juan Antonio estuvo acompañado en funciones de palomero por Kotnik, que salió en el segundo tiempo, y Javi Rosa, que hizo un ‘alexanko’. Hasta Chechu, titular bajo palos por tercer partido consecutivo, subió a rematar los últimos saques de esquina. Tuvo Juan Antonio el empate más cerca que nunca pero un latigazo del andaluz desde fuera del área se encontró con el palo.
De haber entrado, el tanto se hubiese cantado con rabia en Sant Francesc. La nube de la Copa del Rey es historia y los futbolistas deben recuperar el paso en la Segunda B cuanto antes. Empiezan a añorarse los puntos y, a la directiva, le urge fichar, al menos, dos medios. Esta semana debería llegar el primero de los centrocampistas. El Formentera está pendiente del ok del jugador.