noudiari.es Dicen que al acabar una liga, todo el mundo está donde debe estar. Que lo que la diosa fortuna te da unas veces, otras tantas te lo roba. Y con esa sensación se marcharon a casa los algo menos de 500 aficionados que disfrutaron el derbi pitiuso in situ, que acabó con victoria visitante, 0 a 1.
Bien, quizá “disfrutar” no sería la palabra, hablando de un partido más bien gris. De entre ese medio millar, muy poquitos peñistas, eso sí, animosos. Alguno de ellos se dejó la garganta, y no sólo por el fresco que se puso el día tras varias jornadas de calor primaveral.
El palco estaba presidido a medias. Xicu Ferrer, presidente del Formentera, presente. Joan Marí, mejor conocido como Juanito Dalias, presidente de la Peña, ausente. Quien también estaba en la grada, y no en el verde, fue Dennis Díaz. El hasta ahora portero titular indiscutible para Dani Mori se quedó fuera de la lista, en una clara muestra de que, con la llegada del nuevo meta Imanol Elías (que fue titular), está más fuera que dentro. El otro fichaje peñista de relumbrón, Manuel Salinas, también fue de la partida. El hijo pródigo vuelve a casa ya hecho mayor, con la etiqueta de salvador del equipo que él se apresura a rebatir.
Para la afición local quizá fue difícil el derbi. Acostumbrados ya a un extraño glamour, tocaba volver al fango. Que si Alavés, que si Bein Sports, que si San Mamés, que si Chiringuitos… Ahora tocaba jugar contra el colista. Así que no hubo mucho ruido. Tan sólo un gol (bien) anulado a Riera hizo a la gente saltar. Por cierto, poco movimiento también en la venta de entradas para Mendizorroza. El club dispone de 150, a 15 euros, y no se vendieron muchas. Veremos de aquí al miércoles.
La comidilla en la grada era la inminente llegada del esloveno Andreas Kotnik, que cambiará el Crotone de la Serie A por Sant Francesc. Como dijo el propio Xicu Ferrer ante las cámaras de IB3 “tendrá que aprender a rendir en el barro”.
El partido transcurría con poca cosa interesante, y la gente se entretenía con lo que podía: que ahora Javi Rosa tira la cerveza de un espectador en un rechace; ahora casi le sacamos nosotros la tarjeta a Erik Polanco. El debutante Elías evitó con un paradón un gol de Bonilla que ya se cantaba.
Tito García Sanjuán, que se había cansado de avisar que el duelo importante era el de la Peña, se recolocaba las gafas buscando soluciones. Pero quien encontró el camino de Ítaca fue el más inesperado de todos. Fran Núñez, el canario invitado a una fiesta de la que la Peña no se quiere marchar. De momento, se han ganado un baile más.