Carlos Tomás cuelgas las botas. El central del Ibiza, a sus 29 años, ha decidido abandonar los terrenos de juego por mor de las repetidas lesiones que se han cebado con él durante las últimas temporadas. Y la gota que ha colmado el vaso fue el golpe que se llevó en uno de sus tobillos el día del Playas de Calvià, el de su regreso tras varias semanas en el dique seco. Esta campaña, el defensa apenas ha podido disfrutar del fútbol en Tercera División y ha querido poner fin a su particular calvario cerrando su etapa como jugador profesional tras una destacada trayectoria, en la que destaca, con 23 años, su debut en Primera División con el Villarreal siendo jugador del filial en Segunda División en la temporada 2010-2011. Otros equipos donde ha militado Carlos Tomás han sido el Levante B, el Arroyo, la Peña Deportiva y el Ibiza, club al que llegó en la 2016-2017 como refuerzo estrella.
El central, no obstante, seguirá vinculado a la entidad que preside Amadeo Salvo, ya que es uno de los entrenadores de la Academia, concretamente de la formación cadete. “No puedo seguir jugando; las lesiones han podido conmigo y la verdad es que ya estoy bastante cansado”, ha asegurado Carlos Tomás a Fútbol Pitiuso. “Creo que lo mejor es dejarlo y dedicarme a otras cosas. Además, he encontrado un trabajo en el aeropuerto y lo he aceptado. El fútbol ya no es una prioridad en mi vida”, ha añadido el futbolista, formado en la cantera de la Penya Blanc i Blava. “Tanta lesión ha ido desgastándome y he perdido mucha ilusión por el balón; ahora quiero dedicarme a otras cosas y volver a ilusionarme poniendo en marcha otros proyectos personales”, ha agregado el defensor, que seguirá apoyando al equipo de Toni Amor, aunque desde la grada. “Esperemos que vaya todo bien y podamos subir a Segunda B”, finaliza Carlos Tomás.