Toni Amor es un hombre feliz. Dicen que los ojos es el espejo del alma y al técnico del Ibiza le brillan. No puede ocultar que pasa por uno de sus mejores momentos personales y profesionales y vive este dulce momento apasionadamente. El mallorquín no está dispuesto a sacrificar su presente por pensar en el futuro porque le impediría disfrutar del ahora, donde se encierra toda su felicidad, la cual proyecta en sus jugadores, que ríen, se lo pasan bien en los entrenamientos y disfrutan jugando al fútbol. A continuación, impresiones del estratega unionista en la previa del partido ante el Esporles, donde repasa cuestiones como la vuelta a Can Misses, Edu Oriol y posibles más refuerzos en el mercado invernal.