R. Sundaysson El colegiado pitiuso Jaume Bardaji Martín, tras una veintena de años disfrutando del mundo del arbitraje en el fútbol, dirá adiós en los próximos días a su dilatada trayectoria como juez en los terrenos de juego en el ámbito nacional. Nacido el 01/08/1975, Bardají Martín alcanzará este verano la edad tope en la que, según la nueva normativa que se recoge en los estatutos de la Federación, se debe colgar el silbato a nivel nacional. No obstante, el colegiado pitiuso seguirá impartiendo, claro está, justicia deportiva en los campos de fútbol de Baleares.
“A partir de ahora paso a pitar en función de la delegación, dependiendo un poco también de las necesidades y de los huecos que haya que cubrir, por ejemplo, en Regional. Arbitraré en las categorías de fútbol base hasta juveniles, aunque, quedo al servicio de la delegación”, explicó Bardají Martín.
A un paso de su despedida, Jaume Bardají Martín recuerda hoy día con orgullo sus inicios en el mundo del fútbol y sus primeras experiencias en el arbitraje, allá por el año 1995, con apenas 20 años de edad.
“El balance que puedo hacer de todos estos años es más que positivo. El fútbol y el arbitraje me han dado la posibilidad de vivir un mundo que de otra manera no habría podido ver. He conocido a gente del deporte por toda España y he hecho amigos en muchos lugares. Me siento muy agradecido. Le debo mucho al arbitraje porque a mí me ha ofrecido la oportunidad de disfrutar de una experiencia muy bonita”, afirmó el colegiado.
Por ello, Bardají Martín alienta a los más jóvenes para que también se decanten por el mundo de la justicia deportiva en los terrenos de juego, ya que según indicó “solo puedo decirles que se animen porque el mundo del arbitraje te ofrece un porvenir muy interesante ligado al deporte. Precisamente, este viernes, se van a graduar 11 cursillistas aquí con nosotros. Lo que nosotros queremos es concienciar cada vez a más chavales para que sean árbitros porque hace falta que salga gente nueva y que vengan con ilusión”.
“Desde hace unos años el arbitraje tiende a la profesionalización y a los árbitros se les ve ahora con una mayor valoración deportiva. La preparación física de un árbitro no tiene nada que envidiar a la de un deportista. Nos piden marcas al máximo nivel como a cualquier deportista. Son pruebas y controles muy exigentes”, añadió Bardají Martín.
Al preguntarle por la faceta más polémica del arbitraje, el colegiado pitiuso señaló que “al hacerte árbitro ya sabes, de antemano, que te vas a encontrar con situaciones límites en las que deberás estar preparado para tomar decisiones con las que no toda la gente va a estar de acuerdo. Esa responsabilidad va incluida con el propio uniforme de colegiado”.
“Los árbitros intentamos ser justos y honestos con nuestras decisiones y que se haga justicia con lo que ha pasado. Debemos juzgar conforme a los hechos y poner en el acta lo que ha sucedido. Una cosa es el juego brusco y otra la conducta violenta. Hay que diferenciar si la intención es la de agredir o no. Tenemos que intentar comprender que, a veces, los jugadores van a 200 pulsaciones y se puede producir una choque fuerte o acción dura, pero la violencia es otra cosa y hay que evitarla”, subrayó.
Por otra parte, al hacerle mención a la cada vez más pujante presencia y empleo de medios tecnológicos dentro de los estadios de fútbol, Jaume Bardají Martín manifestó su total aceptación de la misma, destacando que “la aplicación de la tecnología la veo muy interesante”. “Lo cierto es que los árbitros tenemos que ser realistas porque aquí los campos no disponen de esos medios para facilitar nuestra tarea. En nuestro caso es más difícil porque tenemos que trabajar sabiendo que en algún momento esa tecnología también llegará en el futuro”, concluyó.