Paco Natera El mediocampista del PSG e internacional por Italia Marco Verratti es un enamorado de las Pitiusas y siempre que sus obligaciones con el balón se lo permiten no duda en viajar a las islas para recargar pilas y disfrutar de sus playas y ocio nocturno. El futbolista, de 23 años, fue operado recientemente de pubalgia, lesión que le ha impedido defender a la Azzurra en el Eurocopa de Francia. Es por ello que desde hace unos días disfruta con su familia y amigos en tierras ibicencas.
Esta mañana ha sido la gran sensación en un supermercado del centro de Vila, concretamente en el que está en la calle Gaspar Puig. Verratti ha entrado en el establecimiento para comprar una piscina infantil, pero se ha tenido que marchar sin ella porque no vendían. Pero antes de que cruzara la puerta de la calle, donde le esperaban su mujer e hija, un empleado de la tienda, Iván Yeste, no dudó en preguntarle si quería hacerse una foto con él.
“Le dije si quería retratarse conmigo, pero en el almacén, donde mi jefe y yo tenemos colgados un montón de pósters del Barça. Y no puso ninguna pega. Entramos para dentro y nos hicimos una foto, la cual envié enseguida a varios chats de grupo de watsapp que tengo”, explica Iván Yeste. “La verdad es que es gran futbolista y, sobre todo, muy simpático. Me gustaría verle vestido con la camiseta del Barcelona esta temporada, pero pienso que será complicado”, añade el culé.
“La experiencia con él ha sido muy positiva porque no todos los días entra en el supermercado un crack de la talla de Verratti y menos todavía se presta para entrar en el almacén y hacerse una foto. La pena es que mi cabeza no dio para más en ese momento y no le pregunté si le gustaría fichar por el Barça. La verdad es que me hubiera encantado escuchar su respuesta”, prosigue Iván Yeste, que no olvidará preguntarle al italiano si se ve jugando en el Camp Nou si vuelve a cruzarse con él en otra ocasión.
Marco Verratti, que renovó hace poco con el PSG, es una de las estrellas mundiales por la que sueñan grandes clubes, como el Barça y el Real Madrid. De hecho, uno de las peticiones de Zidane para el curso que viene ha sido el italiano. También querría tenerlo en sus filas Luis Enrique, pero, pese a los 60 millones de euros que estaría dispuesto a pagar el Barcelona por hacerse con sus servicios, se antoja muy complicado, por no decir imposible, que el mediocampista se marche de la entidad parisina.
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