Gamba: “Menos de portero, he jugado en todas las posiciones y soy igual de malo en todas”

Paco Natera El Puig d’en Valls se encuentra inmerso en una profunda metamorfosis. Esta temporada estrena entrenador tras la marcha de Buti y el equipo trata de volver a la élite de la Liga Interpueblos después de una época dorada. Joselín es el encargado de liderar el cambio con unos futbolistas comprometidos y dispuestos a llevar al club a lo más alto del fútbol pitiuso. El plantel, una vez concluida la primera vuelta del campeonato, se mantiene en la décima posición con 14 puntos, pero tiene a tiro de piedra la sexta  plaza, la que marca la Regional Preferente.

Gamba es el capitán del conjunto pistacho. Es una de las voces autorizadas del vestuario y uno de los futbolistas más veteranos. Hace ocho temporadas que suda la camiseta del club y su aportación está siendo clave en la dinámica de resultados de la escuadra. Los número del Puig d’en Valls  no son para quitarse el sombrero, pero sus cuatro victorias y un empate maquillan las seis derrotas que contabiliza después de 12 jornadas disputadas.

El futbolista hace una valoración positiva del papel que de momento está desempeñando el equipo. “Pese a la clasificación que ostentamos, creo que en cierto modo hemos cumplido las expectativas creadas. Hay que tener en cuenta que el Puig d’en Valls ha sufrido un cambio de entrenador y el equipo prácticamente en nuevo. Además, la pretemporada se ha complicado con las típicas bajas de verano por motivos laborales. Sinceramente, estar metido en el ajo a estas alturas es, después de todo, para estar satisfecho”, apunta.

A pesar de las muchas caras nuevas que presenta el equipo, éste, según afirma Gamba, es sólido. “Definiría al Puig d’en Valls como un bloque difícil de ganar, exceptuando algún que otro batacazo importante. Es más, somos una escuadra veterana y en esta categoría es una ventaja, aunque también es un arma de doble filo. En definitiva, somos un grupo correoso”, matiza uno de los jugadores más respetados y queridos por la afición pistacha.

El Puig d’en Valls, no obstante, baja enteros lejos de su campo. Únicamente ha logrado una victoria y un empate, trayectoria que le ha impedido situarse en mejores posiciones. Gamba admite el bache por el que pasa el grupo a domicilio y apunta “que debemos mejorar estos registros si queremos meternos arriba”. Y el crack del Puig sostiene que el punto de inflexión de esta mejoría tendría que llegar “la próxima jornada, en el terreno de juego del San José”.

Otro aspecto que, a juicio de Gamba, tiene mucho margen de mejora es el juego defensivo. El Puig d’en Valls es, con 17 goles, el segundo equipo que más tantos encaja. El futbolista aclara que mucha culpa de este bajón en defensa la tiene “la poca estabilidad que hemos tenido en las alineaciones durante la primera vuelta”. “Hemos tenido que jugar con muchos compañeros distintos debido a las bajas, aunque estamos trabajando mucho y bien para pulir esta carencia”, prosigue el capitán pistacho.

El buen rollo invade la atmósfera del vestuario del Puig d’en Valls. Pese al irregular comienzo de campeonato, los jugadores se muestran con ganas y son optimistas de cara a la segunda parte de la Liga. En este sentido, Gamba apuesta por un equipo ganador que no va a renunciar a ocupar los puestos de arriba. “Para mí, el objetivo que tenemos es clasificarnos entre los seis primeros para jugar la Preferente y pienso que el resto de mis compañeros piensan igual que yo, al igual que el cuerpo técnico y la directiva. Si todos remamos en la misma dirección podemos meternos en la pomada”, afirma.

El entrenador del Puig, Joselín, ha insuflado un renovado aire en el equipo y está haciendo un gran trabajo, sobre todo en la psicología del grupo. Gamba comenta que el míster “es un motivador nato que sabe mucho de fútbol. Además, creo que ya está perfectamente adaptado a las exigencias de la Liga Interpueblos”. Incluso, el jugador del Puig desvela algunas características de la personalidad del estratega. “Es un cachondo; te ríes mucho con él, aunque temperamento tiene un rato. Pero esto no lo pongas”, apostilla, entre risas, Gamba.

Toda la famlia del Puig trabaja para volver a hacer del primer equipo un grande del fútbol amateur. Hace pocas campañas, la escuadra pistacha peleaba de tú a tú con los grandes favoritos del campeonato doméstico. “Aquellos años fueron increíbles; tanto en el campo como fuera todo iba como la seda y la verdad es que se echa de menos aquel brillante ciclo porque a todos nos gusta estar arriba y esperamos que el equipo pueda estar arriba esta temporada, que sea la del resurgir del Puig d’en Valls. Para eso trabajamos”, afirma.

Y Gamba quiere contribuir al éxito del equipo con su ambición y veteranía, así como con su polivalencia sobre la hierba. En este sentido, el jugador apunta: “Menos de portero, he jugado en todas las posiciones y pienso que soy igual de malo en todas”. “Lo mio es como una ruleta, es decir, puedo pasar de jugar de delantero a lateral izquierdo. De todos modos, me gusta asumir el rol en cada puesto. En definitiva, si juego ya estoy contento. Me da igual de qué me ponga el míster”, añade.

Por último, el polivalente futbolista quiso agradecer públicamente la desinteresada labor que ejercen varias personas en el club. “Intentamos devolver en el campo todo lo que hacen por nosotros el presi; León, el utillero, y Elena, la fisio. Todos se pegan muchas horas por amor al arte y para que nosotros disfrutemos. Y no quiero olvidarme del pedazo de preparador físico que tenemos, Vergel, quien nos lleva a raya”, concluye Gamba.