David Alba Imagina, por un momento, que estás en el vestuario de tu equipo escuchando tranquilamente una charla técnica. Sólo te faltan las botas por poner. De repente, el entrenador se dirige a ti y te dice que Pellegrini quiere que entrenes con ellos hoy. El corazón te late a mil revoluciones y los nervios se trasladan a tus piernas, pero, en un segundo, te atas los botines y corres hacia el campo de entrenamiento del primer equipo.
Allí, te esperan para que te incorpores al rondo Cristiano Ronaldo, Raúl y Marcelo, entre otros. Evidentemente, vas al centro. “En el primer rondo estuve con Marcelo y la capturamos rápido”, recuerda el hoy jugador del Coruxo de Segunda División ‘B’, Manuel Salinas. “La segunda vez ya me costó salir”, admite resignado. El ex jugador de Sant Rafael y la Peña Deportiva estuvo cuatro largos años bajo la disciplina del Madrid de Florentino Pérez.
El goleador, que se ha criado futbolísticamente en Ibiza (vino a la isla a los siete años), jugaba habitualmente en el Real Madrid ‘C’, pero llegó a disputar partidos amistosos con el Castilla y, de vez en cuando, entrenaba con el primer equipo. A día de hoy aún tiene relación con Jesé y con Morata. Con ellos compartió vestuario. Y ellos aún se acuerdan de su antiguo camarada de armas.
De hecho, cuando la desgracia sobrevino en forma de lesión a Salinas, los canteranos blancos le dejaron mensajes de apoyo. En este sentido, esta lesión llegó, como una traición del destino, cuando el delantero estaba en un excelente estado de forma y se rumoreaba que equipos de Segunda ‘A’ le seguían el rastro. A día de hoy, a pesar de disputar 10 minutos el pasado fin de semana, aún no se ha recuperado y su mayor miedo es pasar por el quirófano (ha estado cuatro meses en el dique seco).
Sin embargo, el jugador está acostumbrado a lidiar con la tensión desde su etapa en el club merengue. “Te exigen ganar siempre”, explica. “En todo el tiempo que estuve me tenía que esforzar al máximo porque cada fin de semana venían chicos nuevos a probar en tu posición: sudamericanos, africanos, mexicanos… Y si ellos aportaban algo más que tú, estabas fuera del equipo”.
Asimismo, admite que cuando entrenaba con las estrellas de uno de los mejores equipos del mundo también se ponía nervioso. No obstante, recuerda que los cracks del Madrid siempre intentan tranquilizar a los chicos que suben de la cantera porque saben lo complicado que es al principio.
Suiza
Antes de fichar por el Coruxo probó con el Thun de la primera división suiza. Disputó tres partidos, aunque, si contabilizamos que sólo disputo 45 minutos por encuentro, jugó un total de 135 minutos. En este tiempo, hizo su mejor partido contra el todopoderoso Grasshopper al que le anotó un gol. Pero, a pesar del informe positivo del director deportivo, para el entrenador no fue suficiente. “Se ve que quería contemplar otras opciones”, señala Salinas que estuvo a un paso de emigrar al país transalpino.
Por otra parte, admite que quizás no pudo dar todo el fútbol que guardan sus botas y asegura que el nivel de los equipos suizos es “muy alto” y fue una “gran experiencia”. “Estamos hablando de primera división”, recalca el delantero que de Ibiza echa de menos a la familia y a los amigos. En este mismo sentido, guarda buenos recuerdos de la Peña Deportiva y del Sant Rafael a los que está muy agradecido por darle la oportunidad de jugar en su momento.