noudiari.es Se fueron en busca de oportunidades y nuevos retos deportivos y su aventura está teniendo éxito. Oliver Mendoza y Alejandro Alcocer son el ejemplo de que el fútbol ibicenco puede triunfar fuera de nuestras fronteras. Los dos, uno en Venezuela y el otro en Nicaragua, decidieron en su día probar suerte al otro lado del charco y ahora podrían coincidir en un “proyecto muy ilusionante ” en la República Dominicana.
Oliver Mendoza, el primero por la derecha, con el Club Hebraica de Venezuela.
Oliver fue el que abrió el camino. El técnico, todo un trotamundos, ha dirigido a varios equipos en las Antillas Holandesas, República Dominicana, Haití y Venezuela, su actual destino, y acaba de firmar por el Atlético Santiago, lo que supone su regreso al fútbol dominicano. Alejandro, por su parte, fichó por el Cacique Diriangen FC, y ha quedado subcampeón en la liga profesional nicaragüense.
“Mucha gente se piensa que voy de un lugar a otro por aburrimiento y, realmente, si lo hago es porque me supone ir subiendo peldaños. Estar como coordinador del Hebraica, un club de la comunidad judía que es el más próspero de Venezuela, es como decir que eres el coordinador en España de un club de primer nivel”, afirma el entrenador.
Ese ascenso de nivel y categoría lo vivió en el país venezolano, donde pasó de entrenar al Centro Hispano de Maracay, de Tercera División, a trasladarse a Caracas, la capital, para dirigir al Hebraica, un club que ocupa el primer puesto de la liga y que, entre otras curiosidades, disputa todos los años los mundiales macabeos, que “se juegan en Israel y donde quedar allí bien clasificado es el mayor orgullo dentro de la comunidad judía”.
Alejandro Alcócer, durante su etapa en el fútbol ibicenco antes de viajar a Nicaragua.
Alejandro Alcocer, por su parte, militó en la cantera de la Peña y en el Ciudad de Ibiza antes de dar el salto a Nicaragua. “Después de varios años intentando hacer algo provechoso en esto del fútbol y sin tener resultado alguno, estuve a punto de dejarlo. Sin embargo, un día decidí junto a mi pareja que probaríamos suerte fuera de España. Después de tocar todas las puertas habidas y por haber me surgió la oportunidad de recalar en el Cacique Diriangen FC y la experiencia ha sido muy buena, tanto en el aspecto deportivo, porque acabamos segundos, como en el personal”, declara el jugador de Santa Eulària.
Nuevos destinos
Oliver, mientras tanto, volverá a hacer las maletas la próxima temporada para fichar por el Atlético Santiago para disputar la nueva liga profesional que comienza en la República Dominicana. “La Liga arrancará en febrero de 2015, pero la pretemporada empieza en julio. Los partidos se jugarán en los estadios de beisbol y casi todos los clubes de este deporte, el más popular del país, tendrán su equipo de fútbol. En Santiago me ofrecen un primer contrato por dos años y, la verdad, es que no me lo he pensado mucho, porque la situación en Venezuela no es la mejor. Es el país más peligroso del mundo y te pueden matar por simplemente robarte el móvil”, declara.
Alejandro, por su parte, se lleva un gran recuerdo de su paso por Nicaragua. “El recibimiento fue muy acogedor y la gente es muy amable y hospitalaria. Me llevo a grandes amigos de aquí, como el seleccionador nacional, Enrique Llena, que también es español. También hay que tener en cuenta que Nicaragua es un país pobre y que las instalaciones no son como las que estamos acostumbrados en Europa. Es un fútbol muy diferente al nuestro y al principio me costó algo adaptarme, pero después todo fue muy bien”, afirma.
La intención de Oli es llevarse a este club del norte del país a Alejandro. “Estoy hablando con Oliver para ver la posibilidad de fichar por el Atlético Santiago, aunque todavía no tengo nada decidido, porque estoy esperando algo de Asia y Europa”, afirma el centrocampista, que se define como “un jugador muy trabajador y sacrificado en el campo, con buen desplazamiento de balón y visión de juego”.
Los dos futbolistas, pese a la distancia, están bien informados de la actualidad del fútbol pitiuso. “Desde aquí deseo mucha suerte de cara al ascenso tanto al Portmany como al Formentera. La lástima fue que la Peña se quedase eliminada en primera ronda”, añade Oliver.