Paquito, el cerrojo de la Peña Deportiva

Francisco Natera. Si hay un portero de la Liga Nacional juvenil más en forma es Paquito, el guardián del arco de la Peña Deportiva. Esta temporada es la primera en la categoría, pero le ha cogido el pulso al torneo balear que da gusto. Vamos, que parece que sea todo un veterano. Procedente de la cantera del Rapid, el joven guardameta tan sólo ha encajado dos goles en los cuatro partidos y medio que ha jugado -ante el Son Oliva y el Campos-, dejando su portería a cero ante La Salle y Sant Jordi. Paquito tiene un futuro prometedor en el fútbol y, a buen seguro, acabará siendo todo un referente en la isla si sigue trabajando con la humildad que le caracteriza.

-Estás que te sales.
-Bueno, no es para tanto. Hago lo que puedo, pero sí es verdad que me están saliendo bien las cosas.

-Te has adaptado muy bien a este exigente campeonato.
-Eso parece. De momento, todo va bien y espero que nada se tuerza.

-La Peña ha tenido un buen arranque.
-Sí, no nos podemos quejar. Somos un equipo joven e inexperto en la categoría y estamos dando la talla.

-A este ritmo salvaréis la categoría sin problemas.
-Bueno, bueno. Esto acaba de empezar y queda mucho todavía. Hay que ir despacito y con buena letra, como se suele decir.

-Desde el principio se ha dicho que el objetivo es la salvación, pero ¿crees que hay potencial para aspirar a más?
-(risas). Pienso que si seguimos como hasta ahora podemos hacer cosas importantes, pero yendo partido a partido.

-La afición habla muy bien de ti.
-Lo agradezco. Yo trato de hacer mi trabajo lo mejor que sé para ayudar al grupo.

-Sólo has encajado dos goles.
-Y me harán más, pero no muchos más. Con el plantel que tengo delante tengo mucha seguridad. Yo se la doy a mis compañeros y ellos a mí.

-¿Cuál ha sido la mejor parada que has hecho esta temporada?
-El sábado pasado, en el derbi frente al Sant Jordi despejé a córner un mano a mano a Cristian Valcárcel en el 78 con el 1-0 en el marcador. Fue una gran satisfacción personal salvar esa bola.

-Todo el mundo habla maravillas de tu condición como portero, pero ¿tienes algún punto débil?
-Pues no lo sé, la verdad. Que opine la afición.

-¿Qué es lo que más te gusta?
-Cuando tengo que salir a despejar un balón con los puños. Salto con todo, a muerte. Me da un subidón muy fuerte. Es pura adrenalina. Mis compañeros, que ya me conocen, se apartan, por si acaso.

-¿Por qué decidiste ser guardameta?
-Al principio empecé como jugador en el Rapid, pero un día, en categoría benjamín y ante el Jesús, se lesionó el arquero y me pusieron a defender la portería. Y lo cierto es que se me dio muy bien. Desde entonces sigo debajo de los palos. Y no lo cambio por nada.

-¿Tienes alguna manía durante los partidos?
-Siempre toco el larguero cuando pita el árbitro los inicios de cada parte.

-Lo que sí está claro es que no eres nada supersticioso. Últimamente vas de amarillo.
-Es en honor al Rapid. Aunque juegue en la Peña siempre seré de ese club.

-Tu madre no se pierde ni un partido tuyo. Vaya fan tienes.
-Sí, es verdad. Le encanta el fútbol y parece ser que verme jugar (risas).

-¿Quién es el mejor portero del mundo?
-Iker Casillas, sin duda. Pero me gusta mucho Pinto, del Barça. Es muy ídolo.

-¿Cuál es tu sueño?
-De momento, seguir aprendiendo. Y después, ir progresando y a ver hasta dónde llego. Está claro que me gustaría jugar en Primera, pero soy realista y es muy complicado.