El Class Sant Antoni no fue a Azpeitia a ver qué pasaba. Fue a reventar la banca. Y vaya si lo hizo. Exhibición con mayúsculas de los de David Barrio, que pasaron como un vendaval por el Municipal guipuzcoano (60-81) y dejan la eliminatoria de octavos de final de ascenso a Primera FEB vista para sentencia antes de la vuelta en Sa Pedrera.
Los ibicencos firmaron una actuación de las que huelen a equipo grande, de esas que marcan territorio en un ‘play-off’ donde solo sobreviven los valientes. Y Sant Antoni no solo sobrevivió, sino que dominó, arrasó y dejó su tarjeta de visita grabada a fuego. El tercer cuarto fue una obra de arte baloncestística: parcial de 12-28 y las llaves de los cuartos de final prácticamente en el bolsillo.
El duelo empezó con más nervios que acierto, como si ambos equipos necesitaran recordar que esto era un partido de ‘play-off’ y no un amistoso veraniego. Dos minutos sin estrenar el marcador hasta que Laron Smith, siempre imponente, decidió que ya era hora de encender la máquina. La igualdad fue la tónica de un primer cuarto de ida y vuelta, de esos en los que cada canasta cuesta sudor y lágrimas. Sant Antoni, agarrado a la potencia de Smith, logró cerrar el acto inicial con una mínima ventaja (14-16) que olía a promesa.
Con el balón ya más caliente en las manos, los de David Barrio metieron la sexta marcha. De la Rúa, siempre cerebral, manejaba el tempo como un director de orquesta, y el marcador empezó a romperse con un parcial que sonó a sirena de alarma para el banquillo local. Gantt, con su muñeca de seda, y Mayo, siempre incisivo, se sumaron al festival y el Class empezó a estirar la goma. Al descanso, 32-40, y la sensación de que el vendaval estaba todavía por llegar.
Tras el paso por vestuarios, el Class sacó el rodillo. Literalmente. Gantt se puso en modo francotirador, Mayo bailó sobre la pista y Zidek, ese checo que juega con la frialdad de un témpano y la efectividad de un reloj suizo, terminó de destrozar la resistencia local. El parcial de 12-28 fue un clínic de baloncesto: triples abiertos, contras letales, defensa de dientes apretados y una sensación de superioridad insultante. Azpeitia era una fiesta… pero solo para los que vestían de negro y rojo.
Peris y Smith: los martillos finales
Con todo resuelto, el Class no levantó el pie. Peris, eléctrico, puso la guinda con cuatro puntos consecutivos y un mate de Laron Smith dejó claro que en Ibiza no se conforman con pasar ronda: quieren hacer historia. El +30 a falta de cinco minutos era un grito de ambición. Al final, 60-81 y un golpe sobre la mesa que retumba en toda la categoría.
De la Rúa, el pequeño gran general, firmó una actuación de esas que no siempre reflejan los números pero que hacen ganar partidos: 7 puntos, 4 rebotes y 6 asistencias para ser el alma del equipo. Peris lideró la anotación con 14 puntos, mientras que Olaizola, en los locales, maquilló un poco la herida con 15 tantos.
Ahora, la cita es en Sa Pedrera el 3 de mayo (20h), donde el Class tiene en su mano rematar la faena. Con la eliminatoria encarrilada y el viento a favor, los de Barrio huelen a equipo de destino grande. El sueño sigue vivo… y cada vez suena más fuerte.
Ficha técnica:
Biele ISB (14+18+12+16): D. Knowles (11), K. Godwin (7), I. Aizpitarte (10), M. Olaizola (15) y J. Stulić (3) -ficha técnica-. E. Errasti, W. Niang, M. Olowokere (3), J. Karrera, I. Miranda, A. Acha (5), O. Inda (6).
Class Bàsquet Sant Antoni (16+24+28+13): G. Gantt (12), L. Smith (9), A. Llorca, D. De la Rúa (7) y E. Arqués (10) -equipo inicial-. I. Mayo (12), S. Taiwo (2), J. Peres (14), J. Rodríguez, R. Hayes, J. Zidek (8), J. Llamas (7).
Árbitros: Daniel Cervantes Fernández y Jesús Marín Abad. Sin eliminados.
Incidencias: Partido de ida de los octavos de final (primera ronda) del ‘play-off’ de ascenso a Primera FEB, disputado en el Pabellón Municipal de Azpeitia.