Sant Josep es un municipio que respira a su ritmo: el del mar, el de los caminos de tierra, el de la infancia que juega sin prisa en las plazas, el de las generaciones que conviven sin hacer ruido. En ese paisaje humano y natural, el deporte no es una moda ni una política pública más: es una forma de vida. Y hay alguien que, desde hace tiempo, se encarga de cuidar ese vínculo como quien cuida lo que siente suyo. Ese alguien es Xicu Ribas.
Segundo teniente de alcalde y concejal de Deportes, Juventud y Transparencia, Ribas no necesita levantar la voz para que se le escuche. Tiene una manera de hacer las cosas serena, empática y muy de pueblo. No en el sentido pequeño, sino en el sentido más noble de la palabra: aquel que pone lo común por encima de lo individual. Su oficina está en el ayuntamiento, sí, pero su lugar real es en los márgenes de una pista, en la grada de un torneo local o en una conversación con un entrenador que necesita apoyo. Su política parte de ahí.
Durante su etapa al frente de Deportes, Sant Josep ha consolidado una propuesta que va más allá del músculo. Eventos como la 3 Días Trail Ibiza no son solo una competición: son una declaración de principios. Es naturaleza, es inclusión, es turismo responsable, es resistencia sin artificio. Y es, también, comunidad.
Bajo la mirada de Ribas, este tipo de pruebas tienen un valor doble: el deportivo y el social. Mueven a cientos de personas, pero también conectan a los vecinos con su entorno, recuperan caminos, fomentan el voluntariado y generan economía sin destruir paisaje. Así lo entiende él, y así lo transmite en cada reunión o acto institucional.
Pero su gestión no vive solo de grandes eventos. Uno de sus proyectos recientes ha sido la renovación de la iluminación del campo del IES Sant Agustí. Puede parecer una mejora técnica menor, pero no lo es. Supone que muchos jóvenes puedan seguir entrenando en invierno, con seguridad y calidad. Y hacerlo, además, con sistemas eficientes y sostenibles. Porque para Xicu, el futuro también se juega en esas decisiones pequeñas que suman silenciosamente.
La gestión de Ribas también ha sabido mirar atrás con respeto. Los juegos tradicionales de Navidad, organizados como parte del calendario festivo, no son solo una anécdota. Son un gesto claro de una política que quiere reconectar con lo esencial: con la infancia que juega sin pantallas, con los abuelos que enseñan a los nietos cómo se hacía antes, con la fiesta que no depende del presupuesto, sino del vínculo.
En paralelo, no deja de mirar hacia adelante. Lo demuestra con su apoyo firme a eventos como el Ibiza Footvolley Open, que en 2024 convirtió Platja d’en Bossa en el primer escenario balear de la Liga Nacional. Más de 120 deportistas de toda España compitiendo en un ambiente fresco, joven, participativo. Un éxito organizativo y simbólico para un municipio que quiere ser referencia sin perder sus raíces.
Como concejal de Juventud, Ribas ha entendido que los jóvenes no solo necesitan actividades, necesitan sentir que cuentan. Por eso ha impulsado las becas deportivas municipales, que reconocen el esfuerzo y el talento de quienes entrenan cada día, muchas veces en silencio, sin focos ni promesas de profesionalidad. Son ayudas, sí, pero sobre todo son gestos de confianza.
También ha participado activamente en eventos como la Carrera por la Mujer de Eivissa, en colaboración con otros municipios. En su visión, el deporte también debe ser una herramienta de lucha, de visibilidad y de igualdad. Y eso no se dice, se demuestra.
Gestión con alma
No hay una biografía oficial muy extensa sobre Xicu Ribas. No hay discursos grandilocuentes ni entrevistas de autobombo. Hay trabajo. Hay cercanía. Hay una forma de estar que habla mucho más que las palabras. Pregunta a cualquier responsable de un club local, a cualquier educador deportivo, y probablemente te dirán lo mismo: que es alguien que responde, que está, que no te promete lo imposible pero te ayuda con lo que puede.
Y eso, en los tiempos que corren, vale oro.
El deporte, en Sant Josep, sigue su curso. Algunos lo practican por salud, otros por competeción, muchos por diversión. Pero detrás de cada actividad hay alguien que ha apostado por mantenerlo vivo, por cuidarlo con una mirada honesta y transversal. Xicu Ribas no es solo un concejal de Deportes. Es una pieza que conecta muchas otras. Juventud, sostenibilidad, comunidad, tradición, igualdad.
Su manera de hacer política no sale en los rankings, pero se nota en los detalles: en un niño que descubre un nuevo deporte, en una madre que vuelve a correr, en un abuelo que enseña a jugar en una plaza llena de risas.
Porque hay muchas formas de estar en la política. Y la suya, tan poco ruidosa como eficaz, es una de las que realmente dejan huella.