La SD Ibiza ha vuelto a dar un golpe sobre la mesa en su particular carrera hacia la permanencia. En un partido de pico y pala, de esos que se ganan con oficio y pegada en el momento justo, el conjunto rojillo se impuso por 0-2 en el feudo del Terrassa, sumando tres puntos de oro que saben a oxígeno puro. Cruz y Bengoechea, con dos zarpazos en el tramo final, sellaron una victoria trabajada, madura y con aroma a equipo que se cree el objetivo.
Los hombres de Raúl Casañ, que han encontrado el punto exacto entre equilibrio defensivo y verticalidad ofensiva, firman ya su cuarta victoria en los últimos cinco encuentros, una dinámica que les ha permitido dar un salto en la clasificación y, lo más importante, poner tierra de por medio con la zona roja. A falta del resto de la jornada, los ibicencos se sitúan ocho puntos por encima del descenso, una renta que empieza a tener peso específico en el tramo decisivo del campeonato.
No fue un partido brillante, pero sí inteligente. La SD Ibiza supo esperar su momento, resistió cuando tocaba y aceleró cuando el rival mostró las primeras grietas. En el último cuarto de hora, el equipo se soltó las cadenas y golpeó con eficacia quirúrgica. Cruz abrió la lata tras una jugada bien trenzada por banda, y poco después Bengoechea remató la faena con un tanto de killer. El equipo no solo ganó, sino que transmitió la sensación de estar en plena línea ascendente.
Mientras tanto, en Santa Eulària, la Peña Deportiva se quedó con la miel en los labios tras un partido en el que mereció bastante más que un empate sin goles ante el Lleida. El marcador reflejó un 0-0 estéril, pero el fútbol que desplegaron los de Raúl Garrido en la segunda mitad fue para enmarcar. Dominio, llegadas, ocasiones claras y un rival encerrado atrás como si se jugara la vida en cada despeje.
Pero el fútbol, a veces, tiene esos días caprichosos en las que el balón no quiere entrar. La Peña apretó, empujó, propuso y generó, pero se estrelló una y otra vez contra el muro ilerdense. El portero visitante firmó una actuación salvadora y el gol, ese viejo conocido que tantas veces sonríe a los valientes, esta vez le dio la espalda a los de Santa Eulària.
Con este punto, la Peña sigue en la pelea por los puestos nobles, pero con la sensación de haber dejado escapar dos unidades que parecían más que merecidas. Aun así, el juego exhibido invita al optimismo. Si el equipo mantiene este nivel de intensidad y valentía, los frutos no tardarán en llegar.