¿Se puede recorrer una isla entera dos veces en un fin de semana? Sí. ¿Se puede hacerlo disfrutando cada curva, cada repecho y cada sendero con sabor a polvo y adrenalina? También. La Volta Cicloturista a Formentera cumple diez ediciones y lo celebra como mejor sabe: con kilómetros por delante y bicicletas listas para devorar terreno.
Más de 160 ciclistas ya se han apuntado al reto. Porque esto no va de competir, va de rodar. De sentir el crujido de los caminos bajo las ruedas, de respirar hondo en cada tramo técnico, de mirar el GPS y pensar: “Vamos bien. Seguimos”.
El formato es claro: dos etapas, 72 kilómetros por jornada, vuelta completa al perímetro de la isla. El sábado se gira en sentido antihorario. El domingo, la misma ruta, pero al revés. Una doble cara del mismo recorrido que cambia completamente la lectura del terreno. Porque lo que ayer era bajada, hoy es subida. Y lo que parecía sencillo, se convierte en reto.
Como novedad este año, el camí de sa Guia y sa Séquia se incorporan al trazado. Más variedad, más tramos interesantes, más juego. Cada pedalada cuenta.
La organización ha marcado el recorrido con mimo, especialmente en los puntos conflictivos. Pero no vale despistarse: cada participante debe seguir la ruta con su GPS, descargada desde elitechip.net. Aquí no se improvisa, se navega sobre ruedas.
Hay trofeos, sí. Pero no por llegar antes. Aquí se premia al espíritu cicloturista: el más joven, el más veterano, el que viene de más lejos, el grupo más numeroso y hasta el más activo en redes. Porque esta prueba también se corre con el móvil en el bolsillo… aunque lo importante esté en las piernas.
Y como en toda prueba bien organizada, habrá afectaciones puntuales al tráfico. El sábado, Porto-salè, La Savina y el acceso al faro tendrán cortes temporales. El domingo, los horarios cambian, pero las zonas son las mismas. Avisados quedan los conductores: este fin de semana, el asfalto manda… pero lo pisan las bicis.
La Volta Cicloturista no necesita focos ni cronómetros. Solo senderos, barro, viento en contra y un grupo de ciclistas dispuestos a dejarlo todo en cada curva. Porque aquí no se viene a pasear. Aquí se viene a pedalear con ganas.