El Portmany se la juega y quiere hacerlo acompañado. En el tramo más decisivo del curso, el club de Sant Antoni ha decidido abrir las puertas del Municipal para que nadie se quede fuera del aliento rojillo. Desde este sábado, con la visita del Felanitx a las 17:00 horas, y hasta el último duelo en casa ante el Manacor, el acceso al estadio será completamente gratuito. Cuatro partidos clave, cuatro oportunidades para que la grada se convierta en ese jugador número doce que empuje al equipo hacia la permanencia.
No se trata solo de un gesto. Es una declaración de intenciones. El Portmany, que ahora mismo mantiene un margen de seis puntos sobre el descenso, quiere cerrar cuanto antes su continuidad en la categoría y sabe que su fortaleza pasa por casa. El Municipal debe rugir, debe latir al ritmo del balón y convertirse en un fortín donde los rivales sientan el peso del empuje local desde el primer minuto.
Los números dicen que hay colchón, pero el vestuario no quiere mirar atrás. Las dos últimas derrotas han encendido las luces de alerta y este sábado se presenta como la primera gran oportunidad para cambiar el rumbo. El Felanitx llega como primer obstáculo, y la consigna es clara: empezar a sumar de tres y recuperar sensaciones. Porque en casa no se negocia el carácter, y con la afición al lado, todo se hace un poco más posible.
El club lo tiene claro: es momento de llenar el Municipal, de teñir las gradas de rojo y de empujar todos en la misma dirección. La permanencia está en juego, y el Portmany quiere ganarla con fútbol, compromiso… y con su gente.