Ibiza vuelve a demostrar que la inclusión no es un concepto abstracto, sino una realidad que se construye paso a paso, jornada a jornada. Con el inicio de la sexta edición del Circuito Deportivo Inclusivo, la isla reafirma su compromiso con un modelo deportivo abierto, accesible y profundamente humano.
Este año, el calendario se expande con fuerza y variedad. Serán diez jornadas repartidas entre los meses de marzo y octubre, con actividades que invitan a todos los participantes —sin distinción— a descubrir, practicar y disfrutar disciplinas como la petanca, el pádel, el senderismo, el piragüismo, el bádminton, el baloncesto, el fútbol sala, el voleibol y el fútbol. Una oferta que va mucho más allá del simple ejercicio físico: se trata de un punto de encuentro donde la diversidad es el verdadero motor del juego.
El impulso institucional ha sido clave. Bajo la coordinación del Consell d’Eivissa y con la colaboración directa de ADDIF Club, además del apoyo activo de los cinco ayuntamientos de la isla, el circuito se consolida como un referente en la promoción del deporte adaptado. Cada jornada cuenta, además, con el respaldo de clubes y federaciones que aportan experiencia, recursos y, sobre todo, una voluntad decidida de hacer del deporte una herramienta de transformación social.
El arranque del programa tuvo lugar en las pistas de petanca de Sant Jordi, en un ambiente distendido y participativo. Los miembros del Club ADDIF compartieron espacio con representantes de la Delegación Insular de Petanca, en una sesión donde el aprendizaje y la convivencia fueron protagonistas. Una escena sencilla, pero poderosa, que resume el espíritu del circuito: compartir, integrar y construir desde el respeto y la igualdad.
Pero más allá del calendario y las disciplinas, este proyecto tiene un valor intangible que lo convierte en esencial. Porque el deporte inclusivo no es solo una actividad física; es una declaración de principios. Cada vez que una persona con discapacidad accede a una pista, se rompe un muro invisible. Cada vez que un equipo se forma con base en la cooperación y no en las diferencias, se avanza hacia una sociedad más justa.
La edición de este año llega, además, en un contexto especialmente propicio. La conciencia social sobre la importancia de la inclusión crece, pero necesita hechos concretos que la respalden. Y el Circuito Deportivo Inclusivo es, precisamente, eso: una demostración práctica de que la igualdad también se juega, se entrena y se celebra.
En definitiva, Ibiza no solo apuesta por el deporte. Apuesta por una forma de entender la vida en la que nadie quede al margen. Y eso, en estos tiempos, es mucho más que un logro: es un ejemplo.