La Penya recupera el pulso y el Sant Jordi se da un festín: jornada de alivio y esperanza en la Tercera balear

0
114

La jornada ha devuelto la sonrisa a Sant Miquel y ha encendido una chispa de ilusión en Sant Jordi. La Penya Independent ha reencontrado el sabor de la victoria con un trabajado 2-1 frente al Platges de Calvià que le permite volver a mirar desde lo más alto, al menos por unas horas. En paralelo, el Sant Jordi ha firmado su partido más redondo del curso, arrollando al Santanyí a domicilio con un contundente 1-4 que le acerca a la salvación y refuerza sus esperanzas de permanencia.

En el Municipal de Sant Miquel, la Penya necesitaba reaccionar tras el traspié de la pasada jornada frente al Constància. Y lo hizo con oficio, sin alardes, pero con el carácter de quien sabe que cada punto cuenta en el pulso por el liderato. Dani Reales desatascó el encuentro nada más volver del descanso, aprovechando una jugada de insistencia que encendió las gradas. El tanto espoleó al conjunto de Ramiro González, que supo madurar el partido hasta encontrar el segundo golpe. Fue Alejandro, a falta de siete minutos para el final, quien desató el júbilo con un gol que parecía sentenciar la contienda. El descuento de Sergio, ya en el 88, solo sirvió para añadir algo de suspense a un triunfo tan necesario como merecido.

Con estos tres puntos, la Penya se instala en los 50 y recupera momentáneamente el liderato, aunque el desenlace definitivo de la jornada dependerá del derbi pitiuso entre Formentera y Portmany. Un partido con aroma a alto voltaje que podría redistribuir la cima de la tabla y al que se mirará con atención desde Sant Miquel. La próxima parada para la Penya será el siempre complicado campo del Llosetense, donde tocará revalidar el pulso competitivo.

Más al sur de la isla, en cambio, la alegría ha sido desbordante. El Sant Jordi ha protagonizado un golpe de efecto en su lucha por la permanencia con un triunfo que huele a punto de inflexión. No solo por la goleada, sino por las sensaciones. La contundencia con la que se impuso al Santanyí dejó entrever un equipo con alma, pegada y convicción. Carella abrió el marcador desde los once metros en el 16, Zanetti amplió con un latigazo en el 22 y, ya en la segunda mitad, Nacho Rosillo puso el tercero para enfriar cualquier atisbo de reacción local.

El Santanyí maquilló el resultado con un tanto tardío de Víctor, pero el equipo verdinegro aún se guardaba una última bala: Rosillo volvió a aparecer en el descuento para rubricar un doblete y redondear un marcador que refleja la mejor versión del equipo de Carlos Tomás. Con esta victoria, el Sant Jordi reduce a cuatro puntos la distancia con la salvación y se sacude parte del lastre anímico que arrastraba. El próximo envite será en casa ante el Alcúdia, un duelo que puede confirmar si el equipo está preparado para lanzar definitivamente su asalto a la permanencia.

En una jornada donde se cruzaron ambiciones de título y anhelos de supervivencia, la Tercera balear volvió a demostrar que cada partido es una historia diferente. Y esta vez, ambas historias dejaron buen sabor en las Pitiusas.

No hay comentarios

Dejar respuesta

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.