El Sant Jordi no logró pasar del empate (1-1) frente al Collerense en el Kiko Serra, dejando escapar una oportunidad crucial para encadenar dos victorias consecutivas tras el triunfo de la jornada anterior en el campo del Mercadal. El punto sumado resulta insuficiente para un equipo que sigue atrapado en los puestos de descenso, con la salvación todavía a ocho puntos de distancia.
El encuentro comenzó con buenas sensaciones para los locales. Nacho Rosillo adelantó al Sant Jordi en el minuto 21, capitalizando un arranque enérgico y optimista que parecía presagiar una tarde favorable. Sin embargo, el tanto inicial no fue suficiente para consolidar la superioridad. Con el paso de los minutos, el Collerense se asentó en el terreno de juego, mostrando una defensa sólida y un planteamiento pragmático que neutralizó los intentos del equipo de Carlos Tomás por ampliar la ventaja.
El golpe definitivo para las aspiraciones del Sant Jordi llegó en el minuto 53, cuando Riberón firmó el gol del empate tras una jugada que desnudó las fragilidades defensivas del conjunto salinero. A partir de ahí, el partido entró en una dinámica en la que el Collerense se mostró más cómodo, cerrando espacios y gestionando el tiempo con inteligencia, mientras que el Sant Jordi se mostró incapaz de encontrar soluciones creativas para romper el empate.
Este resultado deja al Sant Jordi en una situación comprometida. A pesar de los esfuerzos, el equipo sigue sin encontrar la regularidad necesaria para escapar de la parte baja de la tabla. La próxima jornada se presenta como una final anticipada: los de Carlos Tomás visitarán al Poblense con la imperiosa necesidad de sumar tres puntos que les permitan recortar distancias en su lucha por la permanencia. La urgencia se ha convertido en una constante para un equipo que necesita transformar su voluntad en resultados concretos antes de que el tiempo se convierta en su peor enemigo.