La Peña Deportiva volvió a respirar, aunque con dificultad. Después de cinco jornadas consecutivas sin sumar puntos, el equipo blanco logró un empate sin goles ante el Atlético Baleares en un duelo cargado de emociones y tensiones. El resultado, aunque insuficiente para alejarse de la zona baja de la tabla, evidenció un cambio en la actitud y el enfoque de los locales, decididos a romper la dinámica negativa.
El choque en Santa Eulària comenzó con una Peña Deportiva decidida a marcar territorio. La presión alta, comandada por un incansable Fraile, incomodó desde el principio a un Atlético Baleares que tardó en encontrar su sitio en el partido. Sin embargo, los visitantes fueron los primeros en golpear, al menos en términos de sustos. Un pase al espacio de Benítez dejó a Sergio mano a mano con Picón, pero el portero de la Peña demostró temple y reflejos para evitar el 0-1.
La Peña, lejos de achicarse, empezó a desplegar su juego por las bandas, especialmente por la izquierda, donde Gonpi y Barroso firmaron una actuación destacada. Sus internadas obligaron a los visitantes a replegarse y defender con todo para evitar que el marcador se moviera.
La ocasión más clara llegó en las botas de Barroso tras una jugada colectiva que levantó al público de sus asientos. Con todo a favor para marcar desde el área pequeña, su remate se fue por encima del larguero, frustrando las esperanzas locales de irse al descanso con ventaja.
La segunda mitad continuó con la Peña llevando el peso del partido. Adrián, cada vez más activo, se sumó al ataque para aportar profundidad, pero la falta de acierto en los últimos metros volvió a ser un problema. El Atlético Baleares, por su parte, apostó por un juego más directo, buscando sorprender en transiciones rápidas que tampoco fructificaron.
Un momento que heló los corazones locales llegó cuando Fraile tuvo que abandonar el campo tras un choque con el portero visitante. La imagen del jugador siendo retirado encendió las alarmas, pero el equipo no se desmoronó y siguió empujando en busca del gol. Samu rozó el tanto con un disparo tras un saque de esquina, pero un defensa visitante apareció en el último instante para salvar a los suyos.
En los minutos finales, el partido perdió intensidad. Ambos equipos, conscientes de lo que estaba en juego, optaron por asegurar el empate antes que arriesgar y quedarse con las manos vacías.
Para la Peña Deportiva, el punto supone un pequeño paso adelante en una temporada que sigue llena de desafíos. La permanencia en la categoría está lejos de estar asegurada, pero el espíritu mostrado en este partido deja entrever que aún queda lucha por delante.
El Atlético Baleares, por su parte, sumó un punto valioso fuera de casa, aunque con la sensación de que pudo haber sido algo más.
El fútbol, al final, siempre da segundas oportunidades, y para ambos equipos, la próxima jornada será clave para definir si este empate se convierte en el inicio de algo mejor o en un simple espejismo en el camino.