La Peña Deportiva arrancó el 2025 con el pie izquierdo tras caer derrotada ante el Mallorca B en Son Bibiloni (1-0). El encuentro, que enfrentaba al conjunto ibicenco con el colista del grupo, dejó más dudas que certezas en un equipo que parece haber perdido el rumbo tras certificar su cuarta derrota seguida. Los de Santa Eulària sumaron otra jornada sin victoria, la quinta, y se hunden en una dinámica que comienza a generar preocupación, con el descenso asomando peligrosamente en el horizonte.
La Peña Deportiva arrancó el partido intentando marcar territorio. Apenas en el minuto 10, Larry protagonizó la ocasión más clara para los visitantes con un cabezazo que se estrelló contra el larguero. Fue un aviso que parecía augurar una tarde favorable para los ibicencos, pero la fortuna no estuvo de su lado. El Mallorca B, lejos de amedrentarse, empezó a asentarse en el terreno de juego, buscando aprovechar cualquier oportunidad para dar la sorpresa.
El golpe llegó pronto. En el minuto 18, Domenech castigó una mala salida del portero Picón y, con un disparo potente, adelantó a los locales. La Peña se vio obligada a remar contra corriente, pero su dominio del balón se quedó en meras intenciones. Durante el resto de la primera mitad, el equipo balear estuvo más cerca de ampliar su ventaja que la Peña de igualar el marcador.
En la reanudación, la Peña Deportiva salió con más ímpetu, decidida a volcarse sobre el área rival. Las primeras llegadas estuvieron firmadas por Adrián y el recién ingresado Armand, pero ambas carecieron de puntería. A pesar de monopolizar la posesión, el conjunto ibicenco se encontró con un muro infranqueable en el Mallorca B, que, con oficio y solidez, defendió su mínima ventaja.
El equipo de Santa Eulària pareció entrar en una espiral de impotencia: controlaba el balón, lo movía de lado a lado, pero no encontraba los caminos para superar la ordenada defensa local. El portero del Mallorca B vivió una segunda parte plácida, sin grandes intervenciones, mientras los minutos corrían en contra de los visitantes.
El pitido final dejó a la Peña Deportiva sin puntos y con una sensación amarga. No solo fue la derrota ante el último clasificado; fue la incapacidad de generar peligro real y de dar la talla en un partido que, sobre el papel, se perfilaba como una oportunidad para revertir la dinámica negativa.
Con esta derrota, los ibicencos encadenan varias jornadas sin ganar y su situación en la tabla comienza a ser crítica. El equipo necesita reaccionar cuanto antes, porque cada punto que se escapa acerca más el fantasma del descenso.
La Peña Deportiva tiene talento y recursos para revertir esta situación, pero debe encontrar respuestas rápidas. Los próximos compromisos serán una prueba de carácter para el equipo y también una oportunidad para demostrar que aún están a tiempo de cambiar el rumbo de una temporada que amenaza con convertirse en una pesadilla.