El Municipal de Sant Antoni se convirtió en el escenario de una despedida por todo lo alto. El Portmany, con una actuación sólida y llena de determinación, derrotó al Migjorn por 2-0, logrando tres puntos que consolidan su posición en mitad de la tabla y dejan un dulce sabor de boca a su afición antes de las fiestas. El equipo dirigido por Vicente Román ha encontrado, por fin, la consistencia que tanto anhelaba y despide el año en casa con una racha positiva que invita al optimismo.
El triunfo no solo suma en el marcador; también marca un hito en la temporada para el conjunto de Sant Antoni, que encadena su segunda victoria consecutiva y amplía a seis los partidos sin conocer la derrota, con un balance de cuatro triunfos y dos empates. Este impulso le permite ascender a la novena posición, con 21 puntos en su haber, y encarar con confianza el complicado duelo que le espera en Manacor.
El encuentro contra el colista no fue un trámite sencillo. Aunque el Migjorn llegaba a Sant Antoni como el rival más débil de la competición, los visitantes plantearon un bloque defensivo compacto que complicó el juego del Portmany durante la primera mitad. Sin embargo, la paciencia y el orden de los locales terminaron dando sus frutos en el segundo acto.
El quiebre llegó en el minuto 50, cuando Vaccarini, con la frialdad que lo caracteriza, transformó un penalti que desató el primer grito de gol en las gradas. Ese tanto liberó al equipo, que comenzó a desplegar un juego más fluido y ofensivo. La sentencia llegó en los instantes finales, cuando Robertito, con su habitual olfato goleador, aprovechó un para sellar el 2-0 y asegurar la victoria.
Una base sólida para soñar
Con esta última actuación en su feudo, el Portmany demuestra que ha dejado atrás los altibajos que marcaron el inicio de su campaña. La mejora defensiva y la eficacia en los momentos clave han sido determinantes en esta buena racha, cimentada en el trabajo colectivo y en la dirección de Vicente Román, que parece haber encontrado la fórmula para sacar el mejor rendimiento de su plantilla.
El desafío ahora es mantener esta inercia positiva en su visita al Manacor, un rival de entidad que pondrá a prueba la solidez del conjunto ibicenco. Será la última parada antes del parón navideño, un momento crucial para consolidar las buenas sensaciones y seguir escalando posiciones en la tabla.
El Portmany cierra el año en casa con una lección de fútbol eficaz y, sobre todo, con la certeza de que está en el camino correcto. La afición de Sant Antoni puede soñar con una segunda mitad de temporada llena de emociones y, quién sabe, con nuevos objetivos por alcanzar.
Solidaridad desde el Municipal de Sant Antoni
Antes del emocionante encuentro, el Municipal de Sant Antoni se convirtió en un escenario de solidaridad con una recogida de juguetes destinada a llevar alegría a los más pequeños. La iniciativa, bajo el lema “Ni un niño de Valencia sin su juguete”, invita a toda la comunidad a colaborar y demostrar su lado más humano.
Las fechas para aportar a esta noble causa se amplían hasta hoy, 15 de diciembre, ofreciendo una oportunidad perfecta para unirse al esfuerzo solidario. Cada juguete cuenta y cada gesto suma para que estas fiestas sean especiales para todos los niños. ¡Anímate y colabora!