El fútbol es impredecible, y en el césped del San Gregorio, la SD Ibiza vivió un ejemplo claro de cómo un partido puede desmoronarse en cuestión de minutos. Los pitiusos llegaron a Torrent con la moral alta tras encadenar dos victorias consecutivas, pero el conjunto dirigido por Raúl Casañ cayó derrotado por un contundente 4-2 ante un rival que supo sacar partido a cada error y que mostró una efectividad letal en las áreas.
El encuentro comenzó con un mazazo temprano para los ibicencos. Apenas corría el cuarto minuto de juego cuando un penalti convertido por Juanma adelantó a los locales. Fue un golpe duro, pero no definitivo. La SD Ibiza, fiel a su carácter combativo, no se desmoronó y, tras varios intentos por desbordar la defensa valenciana, encontró el empate en el minuto 17. Xesc Navalón, en racha goleadora, capitalizó un pase medido de Juanca para devolver la igualdad al marcador.
El 1-1 dejó el partido abierto y ofreció destellos de la calidad que los pitiusos han mostrado en las últimas jornadas. Con un juego equilibrado y un intercambio de ocasiones, ambos equipos se marcharon al descanso sabiendo que la segunda parte sería decisiva.
Sin embargo, cualquier plan de remontada se vino abajo en los primeros compases del segundo acto. El Torrent volvió a golpear rápido, esta vez por medio de Christian, quien aprovechó un balón suelto en el área para poner el 2-1. El tanto desequilibró a los visitantes, que intentaron responder de inmediato, pero se toparon con la anulación de un gol de Juanca por fuera de juego, una decisión que desató la polémica y que pudo cambiar el rumbo del partido.
El desencanto por el gol anulado se transformó en desconcierto defensivo. Un saque de banda aparentemente inofensivo derivó en un barullo dentro del área ibicenca, donde Kaiser emergió para disparar con potencia y establecer el 3-1. A partir de ese momento, el partido se inclinó definitivamente hacia los locales, que remataron la faena con un cuarto gol en un saque de esquina que se convirtió en autogol tras un desafortunado desvío.
Un cierre con orgullo
A pesar del abultado marcador, la SD Ibiza no bajó los brazos. Bengoechea logró maquillar el resultado con un gol en los minutos finales, demostrando que el equipo no carece de espíritu competitivo. Sin embargo, el 4-2 final evidenció que los pitiusos todavía tienen lecciones por aprender, especialmente en escenarios complicados como el que planteó el Torrent.
El técnico Raúl Casañ tiene ahora la tarea de analizar lo sucedido y ajustar las piezas para que este tropiezo no descarrile la buena dinámica mostrada en semanas anteriores. La SD Ibiza ha demostrado que tiene calidad para competir, pero la gestión de los momentos clave y la concentración defensiva serán áreas a trabajar si el equipo aspira a consolidarse en la parte alta de la tabla.
El próximo compromiso será crucial para medir la capacidad de reacción de un equipo que, aunque herido, sigue en la lucha por mantener viva la ilusión de su afición. En el fútbol, como en la vida, cada caída es una oportunidad para levantarse con más fuerza.