El deporte es uno de los motores sociales más potentes para fomentar valores de respeto, superación y compañerismo. Y cuando se habla de inclusión, el impacto es aún mayor. Esta semana, el Consell d’Eivissa ha dado inicio a la cuarta edición del programa educativo “Esport Inclusiu a l’Escola” (EIE) en el IES Macabich y el IES Sa Blanca Dona, con una serie de actividades que no solo captaron la atención de estudiantes, sino que también sembraron un mensaje que va más allá de las canchas: el deporte es de todos, sin excepciones.
Dos atletas de renombre internacional, Jordi Morales y Javier Soto, fueron los protagonistas de estas jornadas inclusivas. Morales, quien ha participado en siete Juegos Paralímpicos y cuenta con una impresionante colección de medallas, y Soto, campeón mundial en atletismo adaptado, compartieron sus vivencias con más de 470 estudiantes, demostrando que las limitaciones solo existen en la mente.
Morales, dedicado al tenis de mesa, y Soto, un experto en el mundo del atletismo adaptado, hicieron mucho más que contar su experiencia deportiva; inspiraron a cada joven en la audiencia, mostrando que las barreras no detienen los sueños. Para Morales, hablar de sus logros y desafíos es una manera de visibilizar la lucha constante de los atletas con discapacidad, y también de motivar a la nueva generación para que abrace la inclusión como parte integral de su día a día.
El conseller d’Esports, Salvador Losa, fue enfático en señalar la importancia de estas actividades. Según Losa, estos programas permiten acercar la inclusión en el deporte a los más jóvenes, ofreciendo un ejemplo tangible de que la diversidad en el deporte no solo es posible, sino también enriquecedora. La participación de los atletas paralímpicos añadió una capa de autenticidad y compromiso que los jóvenes pueden admirar y aplicar en sus propias vidas.
Las jornadas también contaron con actividades prácticas que incluyeron deportes adaptados como voleibol sentado, goalball y fútbol para personas con discapacidad visual, permitiendo a los estudiantes vivir en primera persona las dificultades y satisfacciones de estos deportes. Guiados por expertos en Educación Física y discapacidad, los alumnos aprendieron que la colaboración y el esfuerzo compartido son fundamentales en cualquier modalidad deportiva, pero se vuelven aún más profundos cuando se enfrentan retos juntos.
Este programa no solo representa una oportunidad para promover la igualdad en las aulas, sino también para cambiar actitudes y perspectivas. Está comprobado que las actividades inclusivas ayudan a los estudiantes sin discapacidad a desarrollar una mayor empatía y respeto hacia sus compañeros con discapacidad, enriqueciendo así la convivencia escolar. Los organizadores, que cuentan con el apoyo de instituciones como la Fundación Sanitas y el Comité Paralímpico Español, están comprometidos en hacer que esta iniciativa siga creciendo y alcance a más centros educativos en los próximos años.
En un mundo donde la competición suele ser vista como la meta final, el programa “Esport Inclusiu a l’Escola” resalta que el deporte también puede ser un espacio de unión y aprendizaje, donde los valores y la inclusión primen sobre los resultados. Esta iniciativa no solo está formando a futuros deportistas, sino a ciudadanos más conscientes y empáticos, capaces de construir una sociedad en la que todos puedan encontrar su lugar.
El futuro del deporte inclusivo es prometedor, y estos jóvenes, inspirados por atletas como Jordi Morales y Javier Soto, son el mejor ejemplo de que la inclusión no solo se aprende, se vive.