La Nova Creu Alta fue el escenario de un emocionante empate a uno entre el Sabadell y la SD Ibiza, en un partido donde la resistencia y la paciencia fueron claves. El encuentro dejó una muestra de cómo ambos equipos luchan por sus ambiciones en la liga, en especial el Sabadell, uno de los favoritos al ascenso. Sin embargo, el equipo ibicenco no se dejó intimidar y logró llevarse un punto valioso a casa.
Desde el inicio, el Sabadell mostró claras intenciones de imponer su dominio. El césped, en condiciones precarias, fue un obstáculo más en su intento de hacerse con el control absoluto del juego. Pese a las adversidades del terreno, los catalanes manejaron la posesión con largos pases y trataban de encontrar espacios para vulnerar a la defensa ibicenca. Sin embargo, la SD Ibiza, bien organizada bajo las órdenes de Raúl Casañ, resistió con firmeza los primeros embates.
El partido avanzó en un intercambio de momentos tensos, sin demasiadas llegadas claras en los primeros minutos. La SD Ibiza supo mantener la calma ante la presión del rival. Sin embargo, un fallo defensivo a los 30 minutos cambió el guion del encuentro. Una falta lateral a favor del Sabadell permitió que Salguero apareciera en el área, libre de marca, para poner a los locales por delante con un cabezazo certero.
El gol encendió al Sabadell, pero también despertó a los visitantes, que poco a poco comenzaron a soltarse en ataque. En uno de los pocos avances peligrosos de la primera parte, la SD Ibiza encontró el empate gracias a un centro bien ejecutado desde la banda derecha que Nofre Riera remató con precisión. Un golpe anímico inesperado para el Sabadell, que vio cómo el marcador se igualaba antes del descanso, y con ello, las sensaciones de control se esfumaban.
La segunda mitad trajo un fútbol más pausado, con ambos equipos conscientes de lo mucho que se jugaban. El Sabadell, más necesitado de la victoria, intentó empujar hacia adelante, pero las ideas no terminaban de fluir. La SD Ibiza, por su parte, se mostró cómodo esperando en su campo, cerrando espacios y apostando por la velocidad en los contragolpes. Las ocasiones no abundaban, y el desgaste físico comenzaba a pasar factura.
A medida que avanzaba el encuentro, las jugadas a balón parado se convirtieron en las mejores armas para ambos equipos. En una de las más claras, Ripoll estuvo a punto de devolver la ventaja a los locales, pero su remate fue salvado en la línea por la zaga visitante. Por el lado ibicenco, Fran Núñez tuvo una oportunidad de oro en un mano a mano que Gianni, portero del Sabadell, detuvo con una excelente intervención.
El tramo final fue una auténtica batalla por mantener el equilibrio en el marcador. El Sabadell lo intentó con más corazón que precisión, pero los balones largos y centros al área no lograban desajustar a la defensa ibicenca. Bakayoko, que ingresó desde el banquillo, fue un revulsivo constante, pero sus intentos quedaron sin premio.
El pitido final selló un empate que, si bien deja al Sabadell con la sensación de haber dejado escapar puntos, refuerza a una SD Ibiza que sigue demostrando ser un rival incómodo para cualquier equipo. Para los ibicencos, este punto fuera de casa es una muestra de su capacidad para resistir y adaptarse, en especial ante equipos que aspiran a estar en la parte alta de la tabla.
