El fútbol tiene esa capacidad mágica de transformar una simple tarde de sábado en una fiesta colectiva. Y si no, que se lo pregunten a los aficionados del Formentera, que este sabado han vibrado con la primera victoria de su equipo esta temporada. El escenario: el Municipal de Sant Francesc Xavier, donde el equipo rojinegro logró imponerse por 1-0 al Felanitx, en un partido cargado de emociones y oportunidades desperdiciadas.
El Formentera llegaba con una espinita clavada tras su derrota en la jornada inaugural ante el Llosetense, un ajustado 1-0 que había dejado a los de la pitiusa menor con las ganas de estrenarse con victoria. Sin embargo, en su debut en casa, las cosas fueron muy diferentes. Los jugadores salieron con una mentalidad distinta, listos para regalar a su afición los tres puntos y para demostrar que lo ocurrido en la primera jornada solo fue un pequeño tropezón.
Desde el primer minuto, quedó claro que los rojinegros no estaban dispuestos a dejar escapar la victoria. Dominio, presión alta y una actitud ofensiva fueron las claves del partido. El plantel de Maikel Romero controlaba el balón, moviéndolo de un lado a otro del campo y generando ocasiones que pusieron en jaque a la defensa del Felanitx. El público, animado desde las gradas, sentía que el gol estaba cerca.
El tanto decisivo llegó en el minuto 67, cortesía de Madariaga, que tras varias oportunidades previas, no falló cuando más lo necesitaba el equipo. Un remate certero, con la precisión de un reloj suizo, desató la euforia entre los asistentes y dio al Formentera la ventaja que tanto habían buscado.
A partir de ahí, los rojinegros supieron manejar los tiempos del encuentro. Con el marcador a favor, el equipo no bajó la guardia, pero tampoco se lanzó al ataque desenfrenado. Siguieron creando peligro, pero con la tranquilidad de quien sabe que ya ha hecho lo más difícil. El Felanitx intentó reaccionar, pero la defensa local, liderada por un impenetrable muro en la retaguardia, desbarató cualquier intento de sorpresa.
El pitido final llegó con los tres puntos en el bolsillo y un sabor dulce en la boca de los aficionados que acudieron al estadio. Era la victoria que todos esperaban, la que marca el inicio de la temporada en casa y que sirve para reafirmar la confianza del equipo tras un arranque complicado.
Más allá del resultado, este partido deja varias lecciones para el Formentera. La primera: que el trabajo colectivo da sus frutos. La segunda: que cuando se juega con ambición y convicción, las oportunidades llegan. Y la tercera, quizás la más importante, es que este equipo está preparado para más. Aún queda mucho por recorrer esta temporada, pero con actuaciones como la de este sábado, no cabe duda de que los rojinegros tienen el potencial para soñar en grande.
Al final, el fútbol no es solo una cuestión de ganar o perder. Se trata de conectar con la afición, de crear momentos que queden en la memoria colectiva y de disfrutar del juego en su esencia más pura. Y el Formentera, con esta victoria, ha dado un paso importante en esa dirección.
📽️ 𝗣𝗢𝗦𝗧𝗣𝗔𝗥𝗧𝗜𝗧 | Maikel Romero analitza en roda de premsa la victòria del seu equip davant el @cefelanitx (1⃣-0⃣)#FormenteraFelanitx #3aRFEF #SempreEndavant pic.twitter.com/Wdyn5pzex1
— SD Formentera (@sdformentera) September 14, 2024