1-1. La SD Ibiza no se rinde: un empate con sabor a victoria en Cornellà

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En el apasionante mundo del fútbol, cada minuto cuenta, y si hay un equipo que lo ha demostrado este domingo, fue la SD Ibiza. El cuadro de Raúl Casañ sigue invicto en este arranque de temporada, tras sacar un valioso empate 1-1 en su visita al Cornellà. No fue un camino fácil, pero el empate, conseguido en los últimos suspiros del partido, deja una sensación de satisfacción en sus aficionados. Aunque no todos los empates son iguales, este punto tiene un sabor especial. ¿Por qué? Porque fue de esos partidos en los que, cuando parece que todo está perdido, aparece la chispa del fútbol para recordarnos que nada se termina hasta el pitido final.

El Cornellà no fue un escenario sencillo. Los locales, fuertes en casa y con una afición que empuja, no tardaron en hacer de las suyas. En la segunda mitad, apenas ocho minutos después de la reanudación, Lorente aprovechó una jugada bien elaborada por la banda izquierda que acabó en un remate certero. Era el 1-0 y el Cornellà comenzaba a frotarse las manos con la idea de quedarse con los tres puntos.

Pero si algo caracteriza a los equipos que realmente quieren luchar esta temporada es su capacidad para no rendirse. Y el conjunto rojillo, aunque se vio contra las cuerdas, mostró exactamente eso: corazón. Durante buena parte de la segunda mitad, la SD Ibiza intentó sin mucho éxito encontrar fisuras en la defensa catalana. El tiempo se desvanecía, las piernas comenzaban a pesar, y la sensación de que el partido podía escapar se hacía cada vez más real. Pero el fútbol siempre tiene ese toque de magia, esa última oportunidad para los que se atreven a creer hasta el final.

Y en el minuto 94, cuando ya muchos en Cornellà estaban celebrando la victoria, llegó José Ramón para darle un giro a la historia. Un gol que no solo empataba el partido, sino que lanzaba un claro mensaje: la SD Ibiza está aquí para pelear cada punto como si fuera el último. Porque este equipo, que ya había empatado sin goles en su debut ante el Lleida, parece estar decidido a no dejar escapar nada.

El empate, más allá de lo que significa en la tabla, refuerza la mentalidad de un grupo que ha demostrado que, aunque pueda tener momentos de sufrimiento, nunca bajará los brazos. Y en un torneo largo, donde cada punto puede marcar la diferencia, es esta resistencia lo que puede llevarlos lejos.

Este comienzo invicto no garantiza nada, pero es un gran indicador de que la SD Ibiza está construyendo algo sólido. Por supuesto, aún es pronto para lanzar campanas al vuelo, pero estos dos empates consecutivos muestran que hay fundamentos para ilusionarse. La temporada es joven, y aunque hay mucho por mejorar, la capacidad de pelear hasta el último segundo es una cualidad que los puede llevar muy lejos.

Queda por ver cómo evolucionará el juego de los rojillos en las próximas jornadas. La SD Ibiza tiene el reto de consolidar esa mentalidad ganadora, pero también de ajustar algunas piezas en el ataque, donde aún les falta contundencia. Lo que está claro es que, si siguen mostrando este espíritu combativo, la afición ibicenca tiene motivos para soñar.

Cornellà ya es historia, pero lo que nunca quedará en el olvido es ese minuto 94, ese instante en que el cuadro ibicenco se negó a ser derrotado Porque si hay algo que caracteriza al buen fútbol, es su capacidad de sorprendernos, y esta SD Ibiza promete seguir dando sorpresas.

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