El debut de la UD Ibiza en el Grupo 2 de la Primera RFEF terminó con un sabor agridulce, tras un empate 1-1 ante el Villarreal B en el estadio de Can Misses. A pesar de un inicio prometedor con un gol madrugador de Astals, el equipo dirigido por José Luis Martí no logró mantener la ventaja y cedió dos puntos en casa, dejando insatisfechos a los poco más de 2.000 aficionados presentes.
El partido arrancó con un claro dominio del filial amarillo, que impuso su ritmo y obligó al equipo local a replegarse en su campo. Sin embargo, en el minuto 10, la UD Ibiza sorprendió con una rápida transición por la banda izquierda que culminó en un gol de Astals. El joven extremo aprovechó un centro medido para batir al portero visitante con un potente disparo. El gol pareció despertar al equipo celeste, que comenzó a mostrar mayor confianza en su juego.
A pesar de la ventaja, la UD Ibiza no pudo capitalizar su buen momento y perdonó una clara ocasión en los pies de Pau Ferrer, quien no logró concretar tras un pase filtrado de Olabe. El primer tiempo se fue diluyendo en una lucha de medio campo, con ambos equipos alternando el dominio sin generar ocasiones claras.
En la segunda mitad, el Villarreal B salió con renovada energía, buscando el empate desde el inicio. La presión dio sus frutos al minuto 55, cuando Escassi cometió un penalti sobre Requena, que Tiago Geralnik se encargó de convertir en gol, engañando a Ramón Juan y poniendo el 1-1 en el marcador.
A partir de ese momento, la UD Ibiza intentó reaccionar con la entrada de Naranjo y Lass, quienes aportaron frescura al ataque. Sin embargo, las oportunidades no se concretaron, y el equipo de Martí no pudo romper la igualdad. Los intentos de Gallar y Eugeni se quedaron en aproximaciones que no terminaron de inquietar al portero rival.
El partido concluyó con un empate que sabe a poco para la UD Ibiza, que deberá ajustar detalles para evitar que se escapen puntos en futuras jornadas. Aunque el equipo mostró destellos de buen fútbol, queda claro que aún hay trabajo por hacer para convertir esas oportunidades en victorias. La afición, que esperaba celebrar un triunfo en casa, tendrá que esperar para ver al equipo sumar de a tres en la competición.
