Cristina Miguel De la Rosa (Eivissa, 13 de abril de 1994) no dudó en aceptar el reto de regresar a la isla para enrolarse en el proyecto del CB Sant Antoni. Tras jugar con el Tanit en la Liga Femenina 2, ahora ejerce como ayudante de David Barrio en el equipo de LEB Plata. Siente una gran “felicidad” por poder pelear por dar el salto a la segunda categoría del baloncesto español. El Morón es el último escollo para que el equipo ibicenco logre el sueño.
¿Qué se siente jugando una final por el ascenso a LEB Oro?
Creo que aún no soy consciente de dónde estamos. Desde que empezamos, mi sensación era que entrábamos en una rueda y al terminar cada partido ya pensábamos en el siguiente rival. Recuerdo que, además, David nos llevaba siempre la cuenta atrás, y yo siempre pensaba: ‘madre mía, si nos queda tanto aún para llegar a esto…’ Y aquí estamos. Hemos trabajado cada semana igual, al máximo, y por supuesto esta semana no ha sido menos. Ahora que me lo preguntas, siento una felicidad máxima, pero todavía nos queda el paso más importante. Pero el resumen es felicidad. Por los jugadores, por el club, por la afición, por el trabajo que hemos hecho…
¿Cómo ves al equipo para lograr el sueño?
Yo creo que los jugadores llevan mucho tiempo trabajando a un nivel increíble; y sin duda es porque todos están aquí para llegar al momento en el que estamos. Tenemos jugadores con mucha experiencia y se les nota esa templanza; y los que no son tan veteranos te transmiten esa ilusión. Creo que esa mezcla es lo que nos hace ser un bloque unido, poner ese corazón que nos ha hecho sacar partidos muy duros. No tengo dudas de que todos van a salir a la pista a morder, a trabajar, sabiendo que la eliminatoria son 80 minutos, y que pase lo que pase en Morón hay que volver a casa y fundir la batería que nos quede con los nuestros. Creo que todos son conscientes del momento en el que estamos y del trabajo que tenemos que hacer.
¿Cuáles son los peligros del Morón?
Bueno, creo que los focos son claros. Kouadio y Pavrette les proporcionan un nivel físico superior y que por supuesto tendremos que parar. Por otro lado, su base, Javi Marín, creo que es el motor para ellos, les hace jugar. Tendremos un gran duelo de bases. Y luego pues creo que a nivel de equipo tienen jugadores con experiencia, son duros, buenos en el rebote… Pienso que el factor que más les acompaña es su pista, su afición. Allí es complicado jugar. A pesar de todo, creo que en el momento que estamos cualquier pista es complicada y cualquier equipo muy difícil de superar, como ya hemos visto en el tramo final de la liga
¿Dónde va a estar la clave de este enfrentamiento?
Pienso que la clave para nosotros es estar juntos, en cada acción, en cada defensa, en un momento complicado… Creo que esa ha sido la clave en muchos momentos de la temporada. En Godella, sin ir más lejos, cuando se nos complicó el final de partido, volvimos, lo sacamos a través de una gran defensa de todos, siendo generosos con y sin balón. Tener en mente que son 80 minutos y que sea cual sea el resultado hay que venir a Sa Pedrera. Tenemos claro lo que tenemos que hacer y a dónde tenemos que llevar el partido, y tengo muy claro que para nosotros el factor Sa Pedrera, cuando fallan las piernas, es vital. Estoy segura de que si en los dos últimos partidos hemos hecho pleno de público en casa, no quedará ni un solo aficionado sin dejarse la voz por nosotros.
¿Cómo está de nervios el ‘staff’ técnico?
Creo que en esto tiene mucha responsabilidad David, y a mí, personalmente, me transmite mucha tranquilidad y mucha confianza. Aunque cuando el árbitro pite 3 para empezar el partido, sé que me llegarán esos nervios. Durante la semana hemos trabajado, hemos hablado, hemos preparado, nos hemos reído, hemos disfrutado juntos. No ha sido diferente respecto a ningún partido de la eliminatoria, ya que creo que llevamos jugando ya finales cuatro semanas. La ilusión la tenemos todos, sin duda alguna, pero sabemos que estamos trabajando, que queda mucho y que pase lo que pase hay que seguir. Como te decía en la primera pregunta, lo de la rueda de a por el siguiente.
¿Qué opinión tienes de tu temporada en el Sant Antoni? ¿Está valiendo la pena la experiencia?
Bueno, creo que no me podía haber imaginado nunca que en mi primera experiencia en esta categoría estaría a las puertas de jugar una final por el ascenso a LEB Oro. Llevo 15 años entrenando, todas las categorías, muchos equipos, y creo que nunca he vivido una experiencia tan intensa como la de estar en un banquillo de LEB Plata. Por otro lado, y como mi trabajo no termina aquí, llevando varios equipos de cantera, así como la coordinación con mi compañero Marc, es como que desde el primer día me empapé de este espíritu que se vive aquí y me siento como si hubiera estado aquí toda mi vida. Me costó mucho tomar la decisión de volver a casa, a pesar de que soy de Ibiza, he estado entrenando 10 años en Sevilla y en estos últimos años teniendo muy buenas oportunidades allí, como seleccionadora, entrenando un equipo maravilloso de formación con el que iba a continuar dos temporadas más… Pero llegó esa llamada de Jordi que me hizo replantearme todo, y aunque con mucho miedo de estar a la altura, ahora miro atrás y sé que no me equivoqué.
¿Qué has aprendido del resto del ‘staff’?
Lo primero que he tenido que aprender es a ser una asistente y a trabajar en equipo dentro de un equipo. Siempre he estado yo sola al frente de mis equipos o con ayudantes que yo misma he elegido, y es completamente diferente a lo que estoy viviendo. Somos seis personas de diferentes sitios, edades, cada uno con su función y con su personalidad y creo que la mezcla de todos ha sido muy positiva. Personalmente, me he sentido muy arropada por todos, respetan mucho mi trabajo, nos ayudamos unos a otros, y hay muchos momentos muy divertidos juntos. A nivel de baloncesto, sin duda, con David y Marc he aprendido de cada charla que hemos tenido juntos, del trabajo y cuando estás en una categoría como la LEB Plata el nivel de la liga, de los jugadores, de los rivales, te hace tener que aprender cada día, y prepararte mejor para lo siguiente. Soy una persona muy autoexigente y me gusta aprender de cada cosa que he vivido, cada vídeo que he cortado, cada entrenador al que nos hemos enfrentado…
¿Qué crees que has aportado?
Me parece una pregunta muy complicada ya que creo que eso lo tendrían que contestar David o los jugadores. Lo que sí que tengo claro es que no me iba a quedar nada dentro por dar. Desde el primer día que pisé la isla me puse a empaparme de la liga, de los programas con los que trabajamos. Son muchas noches de dormir muy poco, muchos partidos analizados, cada semana me empapo del rival, me estudio sus movimientos, pienso las ventajas que tenemos, cómo defender sus focos e intento darle a David toda la información importante que pueda. He aprendido mucho de hacer este trabajo, ya que David conoce esta liga a la perfección, a jugadores y siempre da ese punto que me ayuda a aprender más de toda la información que puedo sacar. Me siento muy escuchada y muy reconocida por él y eso me hace trabajar con mucha confianza.
¿Qué le dirías a la afición?
Una imagen que tengo guardada en la retina es en el calentamiento del partido de ida de Godella, de cuartos. Yo estaba, como siempre, chocando la mano a los jugadores y animando, y levanté la mirada hacia la grada al escuchar las castañuelas de Toni Serra. En un momento la grada estaba llena de nuestra afición, banderas, todos con sus camisetas, animando sin parar. En ese momento me cayó una lagrima, se me pusieron los pelos de punta, y yo sólo podía pensar: ‘no podemos fallar, esto es increíble’. Siempre he admirado a los equipos que tenían esas aficiones que los acompañan a todas partes, y ahora pienso la suerte que tenemos. La afición es clave para pasar esta última prueba y me encantaría agradecerles a todos el apoyo que nos han regalado desde el primer día. No me equivoco si digo que nuestra afición sí que es de Oro.
¿Quieres añadir algo?
Únicamente que tras los años del básquet femenino que tuvimos en Ibiza con el PDV, yo misma que con el Tanit pude jugar en Liga Femenina 2, nunca jamás pensé que en Ia isla pudiésemos vivir de nuevo esto que pasa en Sa Pedrera cada sábado. Como ibicenca, para mí está siendo un sueño vivir esto.