Cuando los veteranos de Ibiza, dirigidos por el dúo Ángel Arias y Labi Champion, pisaron el césped de la Ciudad Deportiva Luis del Sol en Sevilla el pasado viernes, sabían que no era un partido cualquiera. Frente a ellos, un combinado de veteranos del Real Betis Balompié, listos para un amistoso que iba mucho más allá de los 90 minutos de juego. El motivo era especial: rendir homenaje a Joaquín Sánchez, el eterno número 17 del Betis, que recientemente había dicho adiós a los campos de fútbol. Aunque Joaquín no pudo estar físicamente por motivos laborales, su esencia fue el verdadero trofeo en disputa.
¿Qué significa jugar un partido en honor a uno de los grandes del fútbol español? Para los jugadores en campo, más que un desafío, fue un reencuentro con la esencia del fútbol: pasión, respeto y camaradería. A pesar de la ausencia de Joaquín, cada jugada, cada gol, cada momento compartido entre rivales de antaño, fue un tributo a su legado.
El encuentro finalizó con un marcador de 2-1 a favor del Betis, pero el resultado fue lo de menos. Lo que realmente destacó fue el espíritu deportivo y el compañerismo. Labi Champion expresó un orgullo desbordante por su equipo. Se sentía más que satisfecho con la actitud y el comportamiento de todos, considerando la experiencia como una victoria en sí misma.
Los nombres en el campo hablaban por sí solos: desde Adrián Ramos hasta Cucu, pasando por figuras históricas del Betis como Joaquín Parra y Cañas. Cada uno de ellos demostró que, aunque los años pasen, el amor por el fútbol permanece intacto.
Este partido no solo fue un homenaje a Joaquín Sánchez sino también una celebración de todo lo que el fútbol representa: unidad, pasión y alegría. Un recordatorio de que, más allá de los títulos y los trofeos, lo que verdaderamente importa son los momentos compartidos y las amistades forjadas en el camino. Una lección de que, en el fútbol como en la vida, lo importante no siempre es ganar, sino cómo juegas el juego.