diariodeibiza.es Empezó jugando en el Bahía San Agustín y triunfó en el Portmany, donde fue elegido mejor jugador juvenil pitiuso en la temporada 2007-08. Luego fichó con el Ciutadella de División de Honor juvenil y jugó en Segunda B con el Sporting Mahonés. En la Liga 2001-12 regresó a Ibiza para fichar con la Peña, pero las lesiones no le han respetado. Ahora, con 23 años, está dispuesto a volver a empezar. Le sobra ilusión y calidad.
—Desde que llegó a la Peña Deportiva hace ahora dos años ha tenido bastante mala suerte con las lesiones…
—Es verdad. Jugué los primeros partidos de la Liga 2011-12 con Onrrubia de entrenador, pero luego tuve un problema de lumbalgia que me impidió jugar. A finales de temporada volví al equipo titular con Matías Fernández, pero esta lesión me marcó porque duró demasiado. Es muy extraña y desagradable porque un día estás bien y cinco mal, por lo que no puedes entrenar con regularidad. Fue bastante duro.
—Y el verano pasado decidió operarse…
—Sí, en agosto me operaron porque el problema persistía, pero otra vez tuve mala suerte. Pensé que en tres o cuatro meses estaría recuperado y al final tardé medio año.
—No debe tener buen recuerdo del año 2012…
—No. Además murió mi padre. Todo se juntó. Pero no todo fue negativo, también recuerdo con gratitud que el técnico Mario Ormaechea me animó y se portó muy bien conmigo, así como el club, que me renovó el contrato estando lesionado. Confiaron en mí y se lo agradezco. Anímicamente me vino muy bien.
—Se recuperó de la pubalgia y volvió a jugar, concretamente en el mes de febrero en campo del Sóller, donde fue expulsado nada más salir al terreno de juego.
—Es verdad. Fue un desastre.
—Para colmo de infortunio, en marzo de 2013 tuvo rotura completa de tendón.
—Lo pasé muy mal y sufrí mucho. Me costó alguna lágrima, pero nunca tuve miedo. En todo momento estuve muy respaldado por mis compañeros, técnicos y por el club. Todos se han portado muy bien conmigo.
—¿Perdió la ilusión?
—A ratos. Pero me recuperé y hoy puedo decir que he sufrido mucho, pero he recuperado la ilusión por el fútbol.
—¿Se ha portado mal el fútbol con usted?
—No. Yo diría que he tenido mala suerte.
—¿Está todo olvidado?
—Absolutamente. Ahora solo estoy centrado en entrenar lo mejor posible y hacerme con un sitio en el equipo titular.
—Siempre que ha estado bien físicamente ha jugado…
—Así es. Pero por mis características futbolísticas tengo que estar en plena forma. Me gusta entrenar. Luego el entrenador decide quién juega, pero yo quiero y necesito estar a tope.
—¿Cómo se presenta la temporada para usted?
—Muy ilusionante. Quiero volver a sentirme importante.
—No va a ser fácil ser titular en esta Peña Deportiva.
—En ningún equipo es sencillo, pero es cierto que tenemos un excelente equipo, con jugadores de muchísima calidad
—¿Qué hay que hacer en la Peña para jugar?
—Trabajar. El que no trabaja no juega, pero yo, afortunadamente, esta característica la tengo de serie.
—La Peña actual tiene muchas caras nuevas. ¿Es mejor que la de la temporada pasada?
—Es pronto para decirlo, pero diría que no tiene nada que envidiarle. Esta plantilla es igual o mejor en calidad y también como grupo humano.
—¿Cree que la Peña volverá a ser el equipo a batir?
—No creo. Hay equipos muy potentes como el Formentera, el Poblense o el Mallorca B. Hay más equipos punteros que la temporada pasada.
—¿Qué objetivo se han marcado en el vestuario?
—No hablamos de este tema, pero está claro que tenemos que luchar por estar lo más arriba posible.
—¿No jugar la fase de ascenso sería un fracaso?
—No, aunque estoy seguro de que pelearemos por conseguirlo. Haremos lo de siempre: dejarnos el alma en el campo para ganar los partidos.