¡Vaya partidazo el que se marcó la Penya Independent este domingo! Se fueron a Alicante, al campo del Rico Pérez, y le dieron una sorpresa de esas que se recuerdan, al Hércules, nada menos. Un equipo que suele estar peleando por subir, un clásico del fútbol español, y zas, se llevaron un 2-3 que ni ellos se lo creían. Y es que el equipo de Mario Ormaechea, que está luchando a muerte por no descender, se trajo para Sant Miquel de Balansat algo más que tres puntitos; se trajeron un chute de fe y esperanza para seguir peleando por mantener la categoría.
Imagínate, en 50 años que lleva la Penya dando guerra, nunca se habían visto las caras con el Hércules en un estadio de Primera División, y ahí estaban, con más de 7000 almas mirando. Desde Alicante se portaron de lujo con la expedición de Ibiza, que iba con Toni Curuné a la cabeza, el presi del equipo.
La Penya se adelantó en el marcador gracias a un golazo de Lukitas en el minuto 15, y se fueron al descanso por delante. Pero claro, el Hércules no se iba a quedar de brazos cruzados, y Javi Moreno puso el empate en el 51. Aunque no contaban con que Jawed, con un pase de Isuardi, iba a dejar a todo el Rico Pérez con la boca abierta con un gol de esos que se gritan a lo loco en el 64. El Hércules empató de nuevo, pero la Penya, aun con un jugador menos por la lesión de Isuardi, hizo temblar el estadio metiendo un gol en el minuto 100, gracias a Vicent. ¡Para volverse loco!
Mario Ormaechea estaba que no cabía en sí de gozo después del partido. “Hemos trabajado mucho y hacer el partidazo que hemos hecho, me llena de orgullo”, soltó. Y no es para menos, porque la Penya y toda su afición se pegaron una celebración de esas que hacen historia. ¡Qué domingo, amigos!