El Portmany, histórico club con más de un siglo de trayectoria, se encuentra en el umbral de una nueva era marcada por significativas transformaciones en su estructura institucional. La reciente salida de Nacho Andrés de la presidencia ha dado paso a un hito en la historia del club: María José Castillo Torres asume el liderazgo, convirtiéndose en la primera mujer en presidir la entidad en sus 100 años de existencia. Este cambio no es meramente simbólico; representa una renovación en la filosofía y dirección del Portmany.
La llegada de Castillo Torres a la presidencia es notable no solo por su género, sino también por su legado familiar dentro del club, siendo hija de Alfredo Castillo, quien también presidió la institución. Este traspaso de mando subraya una continuidad en la visión y los valores de la sociedad deportiva, a la vez que introduce nuevas perspectivas y enfoques de gestión. Nacho Andrés, quien ha liderado la entidad durante más de cinco años, se despide de su rol para dedicarse completamente a sus responsabilidades como conseller en el Consell Insular d’Eivissa, dejando tras de sí una etapa de crecimiento y consolidación.
La transición ha sido recibida con un mensaje de optimismo y agradecimiento por parte del club, que a través de sus canales oficiales en redes sociales, ha expresado su confianza en el nuevo equipo directivo liderado por Castillo Torres. Este cambio se percibe como una estrategia clave para enfrentar los desafíos futuros y alcanzar objetivos ambiciosos, simbolizando un compromiso renovado con la innovación, la excelencia y el éxito en todas las facetas de la sociedad deportiva.
La comunidad de Portmany, incluyendo a sus seguidores y aficionados, observa con expectación y esperanza esta nueva etapa. La confianza depositada en María José Castillo Torres y su equipo augura un futuro lleno de éxitos y logros para el club. La gratitud hacia Nacho Andrés y sus compañeros de junta por su servicio y dedicación durante su mandato refleja el reconocimiento de su contribución al desarrollo del club.
Así pues, el Portmany se embarca en un viaje emocionante bajo una nueva dirección, con el anhelo de que este cambio marque el inicio de una era de triunfos y un legado duradero. La unión y el apoyo incondicional de la comunidad portmanyista serán fundamentales en este camino hacia la conquista de nuevas victorias y el fortalecimiento del club en el ámbito deportivo y social.