Este sábado, a las 20:00 horas, la Unión Deportiva Ibiza se enfrentará al Real Madrid Castilla en Valdebebas, en lo que será su último partido de la primera vuelta y su última salida antes de cerrar esta fase del campeonato. Enfrentándose a un rival que actualmente se posiciona en la novena plaza con 26 puntos, el equipo celeste busca mantener su excelente racha y seguir luchando por un lugar de liderazgo en la clasificación, codo a codo con el Castellón.
El entrenador madrileño, Guillermo Fernández Romo, ha destacado la necesidad de un alto rendimiento individual para superar este desafío. Reconociendo la dificultad del partido, el míster insiste en que su equipo debe estar estimulado y en un gran nivel para lograr un resultado positivo. Destaca la importancia de un desarrollo individual eficaz y el mantenimiento de la identidad del equipo en la construcción del juego. Romo enfatiza en ajustar y competir estratégicamente para encontrar ventajas y anticipar las debilidades que el Real Madrid Castilla podría explotar.
Por otro lado, Romo expresa su respeto hacia el entrenador del Real Madrid Castilla, Raúl González, y su segundo, Marcos Jiménez, alabando su capacidad y la dupla que han formado. Además, comparte su entusiasmo por jugar por primera vez en Valdebebas, un retorno especial a Madrid después de años de carrera fuera de la ciudad.
En cuanto a los movimientos del equipo, la reciente salida de Abde en forma de cesión al Sabadell responde a la búsqueda del jugador de más minutos en el campo. Romo considera esta cesión como ideal, manteniendo un enfoque en la plantilla actual y el rendimiento del equipo, independientemente de posibles nuevas incorporaciones. Aclara que no están buscando una posición específica en el mercado, sino un jugador que se adapte rápidamente a la filosofía y necesidades del equipo. La prioridad es mantener la armonía y el buen ambiente del grupo actual, aunque no descartan la llegada de refuerzos que encajen perfectamente en el esquema del equipo.
Este próximo encuentro en Valdebebas no solo es crucial para la clasificación del Ibiza, sino también un momento clave para demostrar su fortaleza y cohesión como equipo frente a un rival de renombre.
