En el apasionante escenario del fútbol de la Tercera RFEF balear, pocos jugadores han logrado captar la atención y admiración de los aficionados como lo ha hecho Vaccarini en el Portmany. Esta temporada, el delantero argentino se ha consolidado como una pieza clave en el esquema del entrenador Vicente Román, gracias a su impresionante registro de 8 goles en 15 partidos. Su trayectoria en el equipo, que marca su segunda temporada tras una destacada etapa en el Inter Ibiza, ha sido un reflejo de dedicación, talento y una continua búsqueda de la excelencia.
Vaccarini, al reflexionar sobre su éxito esta temporada, destaca la importancia de la motivación personal y el entorno del equipo. “La motivación siempre es personal, siempre querer ir a por más”, afirma el delantero. “Ayuda muchísimo también que ya es mi segunda temporada en el equipo, conozco a la mayoría de mis compañeros”. Esta familiaridad con el plantel y la confianza del cuerpo técnico, especialmente de Vicente Román, han sido fundamentales. “Es un entrenador que sabe mucho, tiene muchos años de experiencia y sabe sacarle el máximo potencial a sus jugadores”, señala Vaccarini, expresando su gratitud hacia el míster gallego.
Respecto a su evolución como delantero, Vaccarini resalta un cambio significativo en su enfoque durante los partidos. “La tranquilidad a la hora de esperar mi oportunidad para convertir creo que es en lo que más he mejorado”, comenta. En temporadas anteriores, la ansiedad por no entrar en juego le afectaba, pero ahora, la paciencia y una mentalidad positiva le ayudan a mantener la serenidad y aprovechar cada oportunidad de gol.
A pesar de los desafíos enfrentados esta temporada, Vaccarini mantiene una actitud positiva y centrada en la mejora continua. “Este año viene bien encaminado en lo personal y en lo grupal”, dice. Aunque reconoce que el equipo no ha obtenido los puntos que merece, su foco está en superar los obstáculos individuales y colectivos para mejorar día a día.
El delantero también enfatiza la importancia del trabajo en equipo en un deporte tan colectivo como el fútbol. “La unión del vestuario es clave”, afirma Vaccarini. Describe el ambiente dentro del equipo como comprometido y con excelente química, tanto en los entrenamientos como fuera del campo. “Conocerse entre todos, y después esa afinidad se transmite dentro del campo”, explica, subrayando cómo las relaciones personales fortalecen el desempeño del equipo.
Entre sus 8 goles, el delantero recuerda especialmente el conseguido contra el Poblense, un disparo desde más allá de la mitad del campo que sorprendió al portero rival. Este gol no solo demuestra su habilidad y confianza, sino que también simboliza su espíritu audaz y su capacidad para aprovechar las oportunidades de manera instintiva. “Fue algo instintivo, de ver al portero rival muy adelantado y tomar la decisión de hacer el disparo”, relata sobre el gol, que fue un claro ejemplo de su confianza y habilidad para leer el juego.
Para lo que resta de la temporada, Vaccarini tiene claros sus objetivos. “Las metas primero son grupales y luego personales”, dice. El equipo aspira a realizar una gran segunda vuelta para pelear por un lugar en los playoffs. En lo personal, su propósito es seguir ayudando al equipo, preferentemente con goles. “Ojalá que sea un gran 2024 para todos”, concluye con optimismo.
Este 2024, Vaccarini no solo se perfila como un goleador excepcional, sino también como un jugador integral que comprende la importancia del trabajo en equipo. Su historia es un ejemplo de cómo la perseverancia, el talento y la mentalidad adecuada pueden conducir al éxito en el mundo competitivo del fútbol.