La Unión Deportiva Ibiza se alzó con la victoria por 1-0 en el duelo frente al Racing de Santander en un partido en el que los celestes fueron superiores en el juego, pero en el que no lograron el ansiado gol hasta el último minuto. Los de Lucas Alcaraz demuestran que en este equipo aún no se ha rendido nadie y que aún falta mucha liga.
El partido estuvo marcado por un dominio claro de la pelota por el bando local. El plantel celeste fue capaz de gestionar bien las diferentes fases del encuentro y aunque en ciertos momentos la desesperación por no encontrar el premio del gol se apoderó de los jugadores, la intensidad y concentración mostradas durante todo el encuentro dejan muy a las claras que con la llegada del nuevo entrenador ha llegado un punto de inflexión.
La primera jugada de peligro para el Ibiza llegaría a balón parado. Una buena falta lanzada por Javi Vázquez era despejada a córner por el portero visitante.
En la segunda mitad, el juego estuvo muy trabado y apenas se dejó jugar, especialmente tras la expulsión por doble amarilla a Gassama. A partir de ese momento, el Racing jugó a no perder y se encerró completamente atrás. Las pérdidas de tiempo fueron constantes y el árbitro parecía querer mirar para otro lado.
Con los cambios (Miki Villar, Bogusz, Morante, Castel y Herrera) la profundidad del equipo aumentó y las llegadas se fueron sucediendo con más asiduidad. La más clara, en el 75, tras un centro raso de Castel que remató Cristian Herrera. El balón se estrelló en el larguero tras tocar en un defensor.
EL SANTO APARECIÓ
En el minuto 84, el Racing botó un córner y llegó, hasta ese momento, la jugada del partido. Fuzato tuvo que intervenir hasta en cuatro ocasiones consecutivas tres remates verdiblancos, convirtiéndose en el auténtico héroe del Palladium Can Misses. Cuatro paradas antológicas que ayudaron al equipo de Lucas Alcaraz a seguir con vida hasta el final.
Ya en la prolongación, una jugada por banda derecha terminaba en un centro que tocaba en el codo de un defensor. El árbitro señaló penalti.
HERRERA NO FALLÓ
Cristian Herrera tomó la responsabilidad de lanzar el penalti y no falló desde los once metros. El gol supuso quitarse una losa de encima para el conjunto Ibicenco. Tras la locura en la celebración, no hubo tiempo para nada más. Llegaba con esto la primera victoria del Ibiza en diez partidos.
La alegría se apoderó del Palladium Can Misses por la forma de lograr la victoria y por el merecimiento después de tanta lucha y esfuerzo. Los tres puntos se quedaron en Ibiza y ayudan a afrontar los próximos encuentros con un mayor optimismo y confianza.
El próximo partido, el domingo 11 de diciembre a las 14:00 frente al Málaga CF en el Palladium Can Misses.