Los jugadores del Ibiza Gonzalo, Germán y Rodado se convirtieron ayer en tres reyes magos y regalaron toneladas de ilusión a las decenas de niños y niñas que se reunieron en la Plaça Antoni Albert i Nieto. Todos querían jugar un rato con los futbolistas del equipo de Pablo Alfaro en el futbolín gigante que instaló el ayuntamiento de la ciudad en esta zona peatonal, epicentro de las fiestas navideñas en Vila.