El Atlético de Madrid B se ha impuesto este mediodía al Ibiza en el feudo de Can Misses por un marcador ajustado. Los rojiblancos han ganado por 1-2 un partido donde las rachas que han soplado con fuerza en la isla durante toda la mañana han sido protagonistas. Al filial atlético le tocó jugar la primera parte con viento a favor y el gol de Darío Poveda a los tres minutos permitió al cuadro colchonero defender su ventaja.
El Ibiza trató de equilibrar la balanza sin permitirse tiempo para lamentos, pero era complicado trenzar jugadas de ataque con el factor eólico en contra. Pese a la dificultad, los celestes gozaron de varias oportunidades. A los ocho minutos, Javi Lara rozó el empate con un lanzamiento de falta. El libre directo del cordobés salió del campo escupido por el travesaño. Grima y Rubén se sumaron al ataque y probaron fortuna. El Atlético B, mientras tanto, intentaba buscarle las cosquillas al Ibiza desde el banderín de córner.
Haciendo gala de su carácter propositivo, los celestes no desdeñaron el balón y se fueron tras el empate. Con unos pocos segundos de diferencia (minutos 34 y 35), estuvieron a punto de cantar gol dos veces. Primero, Rodado remató un centro desde la izquierda que salió rozando el palo. Sin tiempo para que los colchoneros cogieran oxígeno, Fran Carbia presionó un despeje de Solano. El pundonor del ‘7’ estuvo cerca de tener recompensa: el balón rebotó en su pecho y salió por encima del marco de los madrileños.
Carbia disparó dos veces más antes de que acabara un primer tiempo que terminó con la expulsión de Nacho Fernández, el entrenador rojiblanco, por protestar al árbitro cuando los futbolistas se encaminaban al túnel de vestuarios. El Ibiza dobló la apuesta en la reanudación. Poco a poco empezaron a rondar los celestes un gol que llegaría cuando el reloj rozaba el cuarto de hora del segundo tiempo. Morillas tocó en corto con Javi Lara un saque de córner. El ’15’ del Ibiza colocó un gran centro que Quintanilla, libre de marca en el palo largo, remató dentro de la portería.
Dos minutos después, en una jugada casi calcada –Morillas y Lara volvieron a fabricarla sacando en corto un córner– Rodado cabeceó muy cerca del primer palo. Con Diego Mendoza (que sustituyó a Carbia) acompañando al mallorquín en ataque, el Ibiza no dejó de achuchar a su rival. Rubén conectó una preciosa chilena que acabó en los guantes de Diego Conde poco antes de que el Atlético, valiéndose de una contra, volviera a adelantarse con un gol de Óscar.
Espoleado por una afición volcada con los celestes, el equipo de Alfaro siguió persiguiendo, al menos, el empate. Los 2.891 espectadores que se reunieron en Can Misses se marcharon tristes por el resultado, pero satisfechos con la pelea de un equipo que nunca se rinde.