Mario Ormaechea podría regresar a los banquillos si se confirma su fichaje por el Portmany, convirtiéndose, de esta manera, en el sustituto del cesado Carlos Marí. El que fuera técnico de equipos como el San Rafael o la Peña Deportiva es una de las primeras opciones que maneja la dirección deportiva del club rojillo, aunque en las últimas horas también ha sonado el nombre de Buti.
El teléfono de Montalbán, director deportivo del Portmany, no paró ayer de sonar tras conocerse la noticia de la sustitución de Carlos Marí. Llamadas y más llamadas. Representantes ofreciendo técnicos fueron las más numerosas, pero también hubo toques desde el propio móvil del dirigente a algunos conocidos preparadores de la isla para tantear posibles incorporaciones al banco del Municipal de Sant Antoni.
Ormaechea, sin no se produce un cambio brusco de última hora, está muy cerca de liderar el proyecto deportivo de la sociedad deportiva en Tercera División, 14 años después de su última participación. El equipo, tras la última derrota frente al Playas (1-0), se encuentra inmerso en puestos de descenso con 4 puntos y el objetivo, a corto plazo, del nuevo míster será revertir la mala dinámica de resultados y salir a flote.
La contrastada experiencia que el estratega catalán tiene en la categoría, así como su condición de líder en el vestuario han sido determinantes para que los responsables del Portmany hayan contemplado muy seriamente la candidatura de Ormaechea como relevo de Carlos Marí. Además, la dirección deportiva buscaba a un entrenador con carácter que supiera transmitirlo a los jugadores y el exmíster de la Peña Deportiva es el indicado ideal en este sentido.
Sea como fuere, el anuncio del nuevo entrenador debería producirse durante las próximas horas ya que el domingo, ante el Santa Catalina, el Portmany tiene una final, ante un rival de su liga, que sí o sí tiene que sacar adelante. Sumar los tres puntos es vital en el objetivo que tiene la entidad de abandonar los puestos de descenso y empezar a ver la competición de otro color y con otra esperanza que no sea la de verse con el agua al cuello jornada tras jornada.