La cuarta jornada es especial para Pablo Alfaro. Se enfrenta al Pontevedra, el club en el que empezó su carrera en los banquillos. Sin embargo, mañana no habrá concesiones contra el equipo gallego, una formación que practica un fútbol «dinámico» y contra la que el aficionado podrá disfrutar «de un buen partido». «Nos enfrentamos a un histórico de la categoría y del fútbol español. El Pontevedra siempre suele acabar en la mitad alta de la tabla. Nuestra obligación, después de conocerlos, es estar muy atentos, no cambiar nuestra manera de comportarnos en Can Misses y ser ambiciosos, pero respetuosos con los rivales», ha explicado Alfaro en la rueda de prensa celebrada esta mañana.
Preguntado por posibles cambios en la alineación respecto a los tres primeros partidos de liga, el míster del Ibiza ha confesado que no le gusta ser «inmovilista». «Ha habido tres onces y hasta ahora ninguno ha sido el mismo. Es cierto que cuando las cosas funcionan y el bloque va adquiriendo su personalidad no se suele variar mucho. Pero puede haber cambios para que haya gente que entre y pueda aportar«, ha dicho Alfaro, consciente de que en su plantilla todos saben que tarde o temprano llegarán oportunidades para sentirse importante. Según el entrenador, un buen bloque necesita «mucho más de trece o catorce futbolistas» para afrontar una competición tan exigente como la Segunda División B.